Irina Grevtsova
Con las puertas cerradas debido a la crisis del Covidien-19, los museos y muchas instituciones culturales han tenido que agudizar el ingenio para seguir aportando iniciativas de calidad a sus visitantes. Ahora, visitantes virtuales.
Sin ánimo de sustituir nunca la experiencia directa de una visita -más bien de incentivarla en un futuro que esperamos cercano- la tecnología permite acortar distancias y poner al alcance de todos nuevas aproximaciones a contenidos y experiencias culturales.
Compartir, participar y crear en comunidad es aún más posible a través de los formatos audiovisuales, la difusión online de archivos y colecciones, multitud de recursos digitales y la información siempre actualizada en las webs y las redes sociales.
El texto del blog de esta semana es el resumen de la edición de este año de Museum Connections, un encuentro anual que tiene lugar en París donde se presenta la tecnología digital más puntera aplicada al campo del patrimonio.
Redacción museo
París, inmerso en huelgas de transporte y manifestaciones desde el pasado diciembre de 2019, celebró el 25 aniversario del Congreso Museum Connections a mediados de enero, en un gran ambiente comercial salpicado de creatividad y producción. Los organizadores lograron ubicar a 365 expositores en un gran pabellón, reunir a 53 ponentes internacionales y atraer a 3.510 visitantes.
¿Qué formato tiene Museum Connections?
Es uno de los meeting point más importantes de Europa, un lugar de inspiración y aprendizaje para los profesionales de los museos a partir del análisis de casos reales y desde sectores muy diversos. También es un evento para hacer networking internacional y, por supuesto, una oportunidad para testear personalmente las últimas tecnologías.
En el congreso se debatieron cuatro grandes temas de futuro, cada uno de ellos compuesto por diferentes mesas redondas:
- Tema 1. El futuro de las comunidades del museo
- Tema 2. El futuro de la inmersión en el museo
- Tema 3. El futuro del retail
- Tema 4. El futuro de la mediación
Las intervenciones tuvieron lugar en una sala llamada Inspiration room y las secciones se desarrollaron a un ritmo muy intenso. En las mesas redondas intervinieron entre cuatro y seis expertos que dispusieron de cinco minutos cada uno para presentar su proyecto. El tiempo restante estuvo dedicado a discusiones y cada sección duró cuarenta y cinco minutos.
Nos centraremos en el análisis de las tecnologías, sin duda alguna, el principal impulsor de cambios en los museos de hoy en día.
Mona Lisa Virtual, videoproyecciones de 360°, apps inclusivas y datos abiertos accesibles para todos fueron los protagonistas de esta edición.
Tema 2. El futuro de la inmersión en el museo. Mesa redonda «Cómo está afectando la experiencia inmersiva a la industria expositiva»
Esta sección se inauguró con la temática de las experiencias inmersivas en una sala llena a rebosar. Los expertos invitados representaban a museos, organizaciones culturales y empresas privadas especializadas en la industria del cine y los festivales.
Los proyectos presentados tenían formatos muy diversos: vídeo de proyecciones de 360° en las paredes del edificio del Grand Palais, exposición multimedia de Leonardo: Experience a Masterpiece, o el proyecto «Virtual Veronese» de un recorrido virtual por el cuadro La Consagración del San Nicolás. También se presentaron proyectos como un centro mediático de fútbol, festivales de cine o incluso algunos realizados en centros comerciales.
A lo largo de la sección se abordaron distintos aspectos de las exposiciones inmersivas, pero no se definió exactamente este formato de exposición. ¿Experiencia digital o analógica?, ¿video mapping con proyecciones de 360º con visualizadores o sin ellos?, ¿recorrido virtual mediante gafas de realidad virtual? La falta de una definición clara de lo que es una exposición inmersiva se reflejó en los distintos debates, en los que los ponentes expresaron diferentes puntos de vista sobre los costes y el impacto ecológico de la producción. Estoy de acuerdo con las palabras de Roei Amit, director del Departamento de Tecnologías del Grand Palais RMN de París, quien afirmó que, ahora, los especialistas no tenemos una perspectiva clara porque nos encontramos en el centro de lo que está sucediendo («We don’t have distance, we are in the middle»).
Tema 2. Mesa redonda «El lugar de la interacción humana en las visitas de realidad virtual»
En la siguiente mesa redonda fueron presentados proyectos de grandes empresas francesas como Emmisive, Diversion cinema, o el Centre de Monuments Nationaux.
La empresa Emmisive empezó a diseñar sus primeros proyectos culturales en 2012, cuando puso en marcha The enemy, el recorrido virtual para veinte personas cuyo autor es el periodista Karim Ben Khalifa. En el sector museístico, su proyecto más relevante es, sin duda alguna, la experiencia de realidad virtual «Mona Lisa: más allá del cristal», creada para el Musée du Louvre. Últimamente, junto con el HIP Institute y Dassault Systèmes, ha diseñado Scan Pyramids VR, la visita guiada inmersiva de la pirámide de Kheops que se lleva a cabo en una gran sala de la Cité de l’Architecture et du Patrimoine de París. En esta experiencia, los visitantes usan auriculares y una mochila de realidad virtual que les permite moverse libremente por el espacio y sentirse dentro de la pirámide. El recorrido está guiado por una persona real. Es sorprendente que dicho recorrido de realidad virtual dure 45 minutos cuando una visita de RV habitual no excede de los 15.
Las experiencias de VR 1. Scan Pyramids VR. Fotografía vía Cité de l’Architecture & du Patrimoine / 2. Timescope del Arco de Triunfo. Fotografía: Irina Grevtsova
Tema 2. Mesa redonda «Modelos para el financiamiento y producción de la realidad virtual en la cultura»
En esta sección se abordaron cuestiones de gran actualidad para los museos como qué modelos de financiación pueden contribuir a la implementación de las tecnologías. Según Stéphanie Targui, el Muséum national d’Histoire naturelle de París tuvo que buscar patrocinadores y colaboró con la fundación Orange para instalar la sala de realidad virtual, de modo que los precios de las entradas permitieron amortizar los costes del proyecto en dos años.
También fue objeto de interés cómo conseguir financiación conjunta para las exposiciones temporales. Se puso como ejemplo el caso de la exposición «Claude Monet, obsesión por los nenúfares», celebrada en el Musée de l’Orangerie. Para ello, el Musée d’Orsay colaboró con HTC.
Tema 3. Mesa redonda «¿Qué significa crear herramientas de mediación inclusivas en el año 2020?»
Esta mesa redonda estuvo dedicada a las guías móviles, una industria que actualmente se encuentra en su fase de madurez. Lo que preocupa a los expertos no son tanto los índices cuantitativos y la espectacularidad de sus proyectos sino, más bien, la calidad y comodidad de uso de las tecnologías por parte del público. Todas las intervenciones dedicaron especial atención a como lograr que las aplicaciones sean lo más inclusivas y fáciles de usar posible.
Jean-Pierre Chabrol, del Museum of Contemporary Art Australia, habló sobre nuevos proyectos en el ámbito de la realidad aumentada (RA). Aseguró que renunciando a las aplicaciones móviles y apostando por el navegador web, en el que es posible abrir directamente la guía sin tener que descargar la información en el móvil, se puede facilitar el acceso al mismo. Se refirió también a la forma intuitiva de acceso a la información que ofrecen las tecnologías de realidad aumentada, que tan solo requiere enfocar los objetos con la cámara del teléfono. Resultó interesante asimismo la exhibición del lienzo a gran escala creado por el artista Guan Wei.
En esta sección también se abordaron cuestiones relacionadas con los recorridos móviles para todo tipo de público. En Francia se puede certificar la inclusividad de un producto obteniendo la acreditación de Tourisme & Handicap. En la mesa redonda se discutieron cuestiones como la autonomía, los niveles de narración de la historia, la evaluación y las estadísticas, la legalización de productos, la personalización de experiencias, la orientación, la promoción entre muchas otras.
Tema 3. Mesa redonda «Más allá del acceso, estrategias de participación para open data»
Esta mesa redonda no era menos actual. Durante las últimas décadas, los museos de Europa y de todo el mundo han digitalizado sus piezas y utilizado los programas de datos abiertos. Una vez finalizada esta fase con éxito, surgen nuevas preguntas en la agenda diaria: qué hacer con los miles de millones de gigabytes del patrimonio cultural digitalizado y cómo enseñar a los usuarios a aprovechar esta información.
El moderador de la sección fue Douglas McCarthy, representante de Europeana, la plataforma de patrimonio digital más grande de Europa. Los expertos discutieron las nuevas estrategias y posibilidades de uso de los métodos de cocreación, coproducción y cotrabajo.
Lo que más me llamó la atención fue la camiseta con la imagen de un cuadro expuesto en el Museo Nacional Eslovaco (Slovenské Národné Múzeum) y el remix para el transporte público. Michal Cudrnak, de la Galería Nacional de Eslovaquia (Slovenská Národná Galéria), escogió estos casos para demostrar al público el potencial del trabajo con las colecciones digitales de los museos.
El uso creativo de las colecciones digitales open data en Eslovaquia. Fotografía: Irina Grevtsova
Así, las cuestiones que fueron objeto de discusión en esta mesa redonda mostraron que la rama de la digitalización del patrimonio cultural había llegado a su fin lógico: las colecciones han pasado de las manos de los profesionales a las manos de la gente.
Museum Tech
En cuanto a Museum Tech, área dedicada a exhibir tecnologías, en ella se mostró una amplia gama de dispositivos interactivos de todo tipo, desde apps, guías móviles y pantallas de todos los tamaños, hasta hologramas, realidad virtual y realidad aumentada. La mayoría de los productores eran empresas privadas de distintos sectores de Francia y este año se lanzó por primera vez el Start-up Village, que reunió a 33 empresas.
¿Dónde más se pueden testar tecnologías aplicadas a la cultura?
Museum Connections es el punto de partida para conocer las tendencias actuales, pero también hay que explorar las calles de la capital, sus monumentos emblemáticos, sus museos e incluso el metro.
Para vivir experiencias inmersivas, que no precisan tecnologías de visualización, tenemos que dirigirnos a nuevos centros de arte digital. Francia ya cuenta con varios en París, en Les Baux-de-Provence y este año abrirá uno más en Burdeos –el centro digital más grande del mundo– que será, sin duda alguna, de visita obligada.