Conservar y restaurar en tiempo de guerra

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En breve finalizará la exposición ¡Museo en peligro! Salvaguarda y orden del arte catalán durante la guerra civil, que ha puesto en valor la gestión que los responsables y técnicos del museo llevaron a cabo para salvar el patrimonio artístico catalán tras el golpe de estado de 1936. Un periodo convulso en el que no se dejó de trabajar para cumplir varios objetivos, entre ellos la conservación y restauración de las obras de arte.

En este artículo queremos poner nombre a los conservadores-restauradores de entonces y ampliar la información sobre la labor que llevaron a cabo durante el periodo 1936-1939.

El equipo de conservadores-restauradores

Según la documentación de archivo, poco antes del inicio de la Guerra Civil el Servicio de Restauración estaba formado por Manuel Grau i Mas, responsable del Servicio de Restauración desde 1931, Domènec Xarrié i Mirambell, contratado como trabajador de la Junta de Museos con carácter eventual en 1932, Anton Esteve Querol, que probablemente se añadió hacia el año 1933, Jesús Arcas Porta, que se incorporó como ebanista en 1935, y Joaquim Pradell i Ventura, que ingresó a finales de 1935, con solo catorce años, como a trabajador provisional de la Junta.

Manuel Grau i Mas / Domènec Xarrié i Mirambell /Anton Esteve Querol (a dalt) / Jesús Arcas Porta /  Joaquim Pradell i Ventura.

De las personas mencionadas, Manuel Grau tuvo un papel relevante porque fue el primer restaurador oficial en plantilla de los Museos de Arte de Barcelona y, bajo la dirección de Joaquim Folch i Torres, fue nombrado jefe del Servicio de Restauración en 1932. Cabe recordar que, a iniciativa de Folch i Torres, la Junta de Museos ofreció a Manuel Grau la oportunidad de trasladarse a Milán para aprender la profesión de restaurador de obras de arte en el taller del profesor Mauro Pellicioli, de la Pinacoteca de Brera.

Manuel Grau y Domènech Xarrié intervienen en el Retablo de la Virgen, de Jaume Serra (MNAC 15916-CJT). Archivo fotográfico de los Museus d’Art.

Al volver de su estancia como pensionado, Grau inició su actividad como conservador-restaurador en el Palau de la Ciutadella y poco después se creó el primer Servicio de Restauración en el nuevo museo del Palau Nacional, el Museu d’Art de Catalunya.

Ahora bien, con el inicio de la guerra la actividad en el Servicio de Restauración se quedó parcialmente parada. A finales de septiembre de 1936 las colecciones de arte se trasladaron a la iglesia de Sant Esteve de Olot, a Darnius y a Agullana, y en el segundo piso de la Casa Solà Morales de Olot se instalaron la Comisaría General de Museos y el equipo técnico. Excepto Joaquim Pradell, que permaneció en la oficina de Museos en Barcelona, el personal de restauración también se desplazó a Olot para continuar las tareas de conservar y restaurar las colecciones.

Traslado de obras desde el museo hasta la iglesia de Sant Esteve de Olot y la Casa Solà Morales (Olot). Archivo fotográfico de los Museos de Arte.

En Olot, las actuaciones de salvamento del patrimonio debieron de ser intensas, dado que, además de la conservación de las colecciones, el equipo de Manuel Grau colaboró en las tareas de preparación de las obras que debían formar parte de la exposición L’art catalan du Xe au XVe siècle en París. Participaron en el traslado de las obras desde Olot hasta la ciudad francesa y trabajaron en su instalación en el Jeu de Paume y, posteriormente, en el Palacio de Maisons-Laffitte.

Estas circunstancias hicieron que durante la guerra se mantuviera una buena plantilla de personal dedicado a las actuaciones de conservación y restauración. Así, en el acta de la Comisaría General de Museos de 23 de marzo de 1938 consta que el Servicio de Restauración, enmarcado en de la Sección de Museos, estaba constituido por ocho técnicos.

En el acta de la Comisaría General de Museos, de 23 de marzo de 1938, consta que el Servicio de Restauración estaba formado por: Manuel Grau, Pau Prou, Josep Mosella , Domènec Xarrié , Jesús Arcas, Josep Altafaja, Antoni Esteve y Rufí Lobo.

Esta información es interesante porque se refleja el número de restauradores, la descripción de las tareas que desempeñaban y sus remuneraciones. En lugar de informar sobre la especialidad de restauración según la materia y la técnica de los objetos, las funciones se definían por oficios propios de la época: dibujante, moldeador, pintor, carpintero, platero y dorador.

Qué se restauró

Es lógico pensar que el Servicio de Restauración trabajó en las obras que se presentaron en la exposición L’art catalan du Xe au XVe siècle, aunque no se conserva documentación alguna sobre las intervenciones que se llevaron a cabo. Es muy probable que el contexto bélico y los preparativos acelerados para la exposición de París comportaran una actuación rápida que impidiera documentar las actuaciones y mucho menos fotografiarlas.

Afortunadamente, se conservan por lo menos dos fotografías del espacio de restauración en la Casa Solà Morales, ubicado en una sala con alcoba, que nos permiten obtener información sobre algunas de las intervenciones que allí se llevaron a cabo. Además, por supuesto, del artículo que escribió Joaquim Pradell en 2008: Restauración de una tabla de Jaume Huguet: las escenas de la Ascensión de Cristo y la Dormición de la Virgen del Retablo del Condestable, en que describe la actuación de consolidación del soporte del retablo que se hizo en Olot durante los años 1937-1939.

Justamente, en una de las fotografías mencionadas Manuel Grau y Jesús Arcas están manipulando una prensa de bastidor para prensar los montantes y los travesaños del bastidor de una de las tablas laterales del Retablo del Condestable. Asimismo, en el lado izquierdo de la imagen se observa un empalme de mecha abierta o de horquilla para construir el soporte nuevo y dos ensambles de cola de milano sobrevoladas pendientes de nivelar. Una magnífica documentación fotográfica que corrobora el artículo de Joaquim Pradell.

A la izquierda, Manuel Grau y Jesús Arcas intervienen en el reverso del Retablo del Conestable. Al fondoJosep Altafaja. A la derecha, un detalle de dos ensambles de cola de milano. Fotografía: Joan Vidal i Ventosa

Respecto a la otra fotografía conservada, la información sigue siendo destacable. En primer término, Domènec Xarrié  trabaja en una de las tablas laterales del Retablo de san Fabián, san Sebastián y una santa mártir (MNAC 14616-CJT) del Maestro de los Perea, de finales del siglo XV o principios del XVI . Este retablo, que se conserva en las reservas del Museu Nacional, es un tríptico facticio articulado, de dimensiones considerables, procedente de los Jesuitas de Sarrià. En la fotografía se observa la obra desmontada con dos tablas apoyadas en la pared, la central y la lateral izquierda, esta última dedicada al Juicio de San Sebastián; santa Bárbara (MNAC 14616-001) y expuesta en la muestra ¡Museo en peligro!

De izquierda a derecha, Manuel Grau, Josep Altafaja y Domènec Xarrié . Fotografía: Joan Vidal i Ventosa. / Tabla del Juicio de san Sebastián; santa Bárbara (MNAC 14616-001) en la muestra ¡Museo en peligro! Fotografía: Marta Mérida

Según la documentación, este tríptico se depositó en el museo a comienzos de 1936 y afortunadamente se conservan varias fotografías de él, sin fecha pero con inscripciones en el reverso, en lápiz y en castellano, donde consta el estado de conservación antes de la restauración y la intervención. Se trata de una documentación valiosa en cuanto al contenido y también por el hecho de que tenemos en nuestras manos un escrito original de los primeros restauradores del museo en tiempos de la Guerra Civil.

Anverso y reverso de la fotografía de la tabla central del Retablo de san Fabián, san Sebastián y una santa mártir.

La fotografía queda completada con Manuel Grau, en el centro, interviniendo con lupa y bisturí en una tabla sin identificar, y Josep Altafaja examinando un Relicario atribuido a Juan Tol (MNAC 37766), de plata dorada, actualmente conservado en las reservas del Museu.

Josep Altafaja observando un Relicariode la colección (MNAC 37766).

A pesar de la escasez de documentación de las actuaciones llevadas a cabo por el Servicio de Restauración durante los años 1936-1939, es evidente que su implicación en la salvaguardia del patrimonio artístico catalán fue de primer orden. Como la mayoría de profesionales que habían velado por la protección del patrimonio, Manuel Grau también fue expedientado por tener una “ideología política separatista y propagandista de las ideas rojo-separatistas”, y recibió la sanción de “inhabilitación para el desempeño de puestos de mando o de confianza”.

Finalmente, a diferencia de Joaquim Folch i Torres, no se ejecutó la sanción y Manuel Grau siguió al frente del Servicio de Restauración hasta marzo de 1960.

Mireia Campuzano and Mireia Mestre

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