Pastoral, de Celso Lagar

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M. Lluïsa Faxedas

En la exposición CelsoLagar y Hortense Bégué. Los años catalanes (1915-1918), que se puede ver hasta el 18 de abril de 2022 en el Museu d’Art de Girona, se presentan algunas piezas y documentos procedentes del fondo del Museu Nacional d’Art de Catalunya.

Salas de la exposición Celso Lagar i Hortense Bégué. Els anys catalans (1915-1918) ©Museu d’Art de Girona.

Entre ellos se presentan los pequeños catálogos de las exposiciones que Lagar celebró en 1916 y 1918 en las Galerías Layetanas, esta segunda junto a su compañera, Hortense Bégué, que son imprescindibles para conocer qué expuso y, en consecuencia, qué pintó durante este periodo catalán. También podemos ver en ella una postal que Lagar envió a su galerista y mecenas Santiago Segura, promotor de las Layetanas, para felicitarle el fin de año de 1918, y que él mismo ilustró con la acuarela de un bodegón muy en la línea que estaba trabajando en ese momento. Y, finalmente, también se muestra el óleo Pastoral, una pieza destacada entre las que Lagar realizó en su estancia catalana.

Celso Lagar (Barcelona, Galeries Laietanes, 23/9/1916-14/10/1916) / Celso Lagar. Escultures i dibuixos animalistes de Hortanse Begué. (Barcelona, Galeries Laietanes, 1/4/1918-14/10/1918). Biblioteca Joaquim Folch i Torres

Postal que Lagar envió a su galerista y mecenas Santiago Segura, promotor de las Layetanas, para felicitarle el fin de año de 1918. Museu Nacional d’Art de Catalunya

De esta pintura, sin embargo, sabemos pocas cosas, ya que con este título no podemos identificarla con certeza con ninguna de las incluidas en los catálogos que conocemos de las exposiciones de Lagar de los años 1915-1918. La pieza entró en el fondo del museo en 1960 como donación de J. S. Dellal por mediación de la Crane Kalman Gallery de Londres. Esto significa que seguramente la pintura viajó a París con Lagar cuando el artista se instaló allí de nuevo en 1919. Debió ser en París donde el galerista inglés Crane Kalman le contactó a finales de los años cincuenta, quien se esmeró para dar difusión a su obra, entonces prácticamente olvidada.

Celso Lagar. Pastoral. 1916. Óleo sobre lienzo. 80,5 x 65 cm

Desde el punto de vista temático y formal la pintura se acerca mucho a las obras que consideramos más «noucentistes» de las que pintó Lagar, siempre que asumamos el primitivismo como un rasgo afín al movimiento, por ello la datamos entre 1915 y 1916. Se puede comparar, por ejemplo, con el grabado que aparece en la portada del catálogo de la exposición de las Galerías Dalmau de 1915, en el que una figura evocativa de Eva ofrece una fruta a Adam bajo la mirada atenta de un perro. En el grabado, los rasgos marcados de los personajes tienen un carácter abiertamente primitivista y, sobre todo el rostro-máscara de la mujer, con los ojos almendrados, apunta un elemento muy característico de la obra de este artista; en la pintura, las facciones se suavizan ligeramente.

Celso Lagar i M.Bagué. Catàleg de l’Exposició de Celso-Lagar i Hortense Begué, organitzada a les Galeries Dalmau del carrer Portaferrisa, del 28 de gener al 12 de febrer. 1915. Barcelona. Arxiu municipal de Girona

Precisamente, en la obra de Lagar del período catalán, y más concretamente en la que identificamos con esta tendencia más primitivista, podemos detectar claras concomitancias con la pintura de Sunyer, sobre todo en la representación de los árboles, con una cierta geometrización del paisaje, y en esta temática en la que se integran los cuerpos desnudos en los paisajes. Obviamente, en el trasfondo de ambos hay un claro ascendente de la obra de Cézanne, tan apreciada en ese momento en nuestro país. Lagar mismo publicó en 1915 un artículo en la revista gerundense Cultura titulado «El Renacimiento del arte después del cubismo», en el que hace mención del papel precursor del artista francés en la génesis de la pintura moderna, y termina reivindicándose él mismo como iniciador de un arte primitivo, al igual que Cézanne se veía a sí mismo como «primitivo de un arte nuevo».

Celso Lagar «El renacimiento del arte después del cubismo», Cultura, año II, vol. I, núm. VI, febrero 1915, p. 181-182

En el caso de Lagar, y concretamente en esta Pastoral que comentamos, también vemos, como apuntábamos antes, una fuerte acentuación de los rasgos primitivistas de los rostros y los cuerpos de sus figuras (ojos almendrados, rostros-máscara ovalados, formas corporales rotundas y simplificadas) que comparte con la obra de su compañera, la escultora Hortense Bégué (como muestra la sobresaliente Cabeza de mujer de 1913 presente en la exposición de Girona). Ambos se habrían interesado por este elemento primitivista ya en los años parisinos previos a la venida a Cataluña, puesto que entonces era una de las tendencias más importantes del momento. La amistad con Amedeo Modigliani, autor de un magnífico retrato de Lagar, habría reforzado este interés por lo primitivo como fuente de modernidad, y a su vez habrían podido influir en algunos artistas catalanes, como el joven escultor gerundense Fidel Aguilar, con cuya obra vemos evidentes puntos en común.

Amedeo Modigliani. Retrato del pintor Celso Lagar. 1915. Óleo sobre cartrón. 35 x 27 cm. © The Israel Museum, Jerusalem

M. Lluïsa Faxedas
Universitat de Girona

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