Calendarios de la Nippon Exlibris Association

2.035
Sandra Herrera y Yolanda Ruiz

La exposición Los colores del fuego. Hamada – Artigas, que se puede visitar en el museo hasta el 22 de enero de 2022, muestra el vínculo entre Cataluña y Japón a través de la historia de amistad y admiración mutua entre los artistas Josep Llorens Artigas (1892-1980) y Hamada Shōji (1894-1978).

Intercambio cultural entre Europa y Japón

Las relaciones entre Europa y Japón se remontan a mediados del siglo XVI. Los primeros misioneros europeos llegaron al país nipón durante el periodo Muromachi, pero el intercambio cultural se incrementó notablemente con la apertura comercial de Japón durante la era Meiji y con su participación en la Exposición Universal de París de 1867, que dio lugar a la aparición del fenómeno del japonismo.

La capital francesa fue el punto de partida desde donde se extendió por toda Europa la pasión por el japonismo y que arraigó de forma especial en Cataluña. En Barcelona, se hizo presente durante la década de 1870 mediante la programación de espectáculos y con la importación de artesanías orientales. Además, la participación de Japón en la Exposición Universal de 1888 promovió el interés por el arte japonés y algunos artistas catalanes como Alexandre de Riquer o Apel·les Mestres, se interesaron por el coleccionismo de este arte adquiriendo libros japoneses ilustrados, algunos de los cuales se conservan en la Biblioteca Joaquim Folch i Torres y de los que ya os hablamos en la entrada “El japonismo y su presencia en la biblioteca del museo”.

Libros japoneses con el sello “Adquisició Riquer”. 
Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

Libros japoneses con el sello “Adquisició Riquer”. Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

Libros japoneses del Legado Apel·les Mestres
Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

Libros japoneses del Legado Apel·les Mestres. Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

Oliver H. Statler y la publicación Modern japanese print: an art reborn

Oliver H. Statler (1915-2002) fue un coleccionista estadounidense especialista en arte japonés. Durante la Segunda Guerra Mundial estuvo destinado al Pacífico, pero mientras disfrutaba de un permiso la guerra finalizó. Fue entonces cuando Statler pidió reincorporarse con su compañía, pero le denegaron su petición y acabó aceptando un servicio civil como administrador financiero del Ejército en Yokohama y Tokio durante la Ocupación de Japón entre 1947 y 1954.

Statler permaneció en Japón 4 años y se dedicó a investigar y a escribir sobre el arte japonés que tanto le fascinaba. Poco después de su llegada, asistió a una exposición de estampas japonesas contemporáneas y se enamoró de ellas. Consecuentemente, conoció muchos artistas y se dedicó a coleccionar alrededor de unas mil estampas que actualmente se conservan en el Art Institute of Chicago.

Su pasión se convirtió en su tema principal de estudio. El año 1955 leyó una ponencia en The Asiatic Society of Japan y cuando su amigo y escritor James A. Micheler sugirió al editor Charles E. Tuttle la edición de un libro sobre estampas japonesas, el resultado fue la publicación de Modern japanese print: an art reborn (Tuttle, 1956), que podéis consultar en la biblioteca del museo.

Statler, O. Modern japanese print: an art reborn. 
Rutland: Charles E. Tuttle Co., [1956]. Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

Statler, O. Modern japanese print: an art reborn. Rutland: Charles E. Tuttle Co., [1956]. Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

La obra ampliaba la ponencia de Statler y añadía una selección de entre los trescientos artistas activos en aquel momento y que eran integrantes del movimiento sōsaku-hanga (創作 版画, grabados creativos). El autor era consciente de que su selección sería controvertida, pero lo que realmente pretendía era motivar a que el lector siguiera las huellas de este movimiento alrededor del mundo e hiciera su propia selección.

El sōsaku-hanga

El movimiento artístico sōsaku-hanga surgió en Japón a principios del siglo XX con el objetivo de poner al artista en el centro como el único creador motivado por el deseo de autoexpresión: yo dibujo (自画 jiga), yo grabo (自 刻 jikoku) y yo estampo (自 刷 jizuri).

Yamamoto Kanae. Pescador (漁師 ryoushi, 1904). Xilografía
Imagen extraída de Wikimedia Commons

Yamamoto Kanae. Pescador (漁師 ryoushi, 1904). Xilografía. Imagen extraída de Wikimedia Commons

El sōsaku-hanga se muestra contrario al concepto más colaborativo que promueve el shin-hanga (新版画, nuevos grabados), que surgió en la década de 1910 con el objetivo de diferenciarse del ukiyo-e, un arte más comercial destinado a compradores norteamericanos. El propósito del shin-hanga es la creación de una obra coral con la contribución de varios profesionales en la elaboración del grabado: diseñador, grabador, impresor y editor.

Hashiguchi Goyō. Mujer bañándose (浴場の女, Yokujō no on'na) (1915).
Xilografía. Imagen extraída de Wikimedia Commons

Hashiguchi Goyō. Mujer bañándose (浴場の女, Yokujō no on’na) (1915). Xilografía. Imagen extraída de Wikimedia Commons

Pero no solo Europa mostró atracción por la influencia japonesa. La atracción era bidireccional y Japón también absorbió algunas influencias occidentales. Por ejemplo, la introducción del exlibris, tal y como se entiende en Occidente, a pesar de que en el país nipón hasta entonces se habían utilizado marcas que especificaban con creces la propiedad de un libro.

El origen del exlibrismo en Japón

La pasión de los japoneses por el exlibris se remonta a principios del siglo XX cuando el artista austríaco Emile Orlik publicó cuatro obras suyas en la revista Myōjō. Poco después de la publicación de los grabados, Orlik se trasladó a Japón y, durante su estancia, aprovechó para hacer dibujos a la tinta, acuarelas, pasteles y aguadas, y para comenzar a coleccionar arte japonés, incluyendo estampas ukiyo-e.

Exlibris creados por Emile Orlik y publicados en la revista Myōjō. 
Extraídos de: Eine Geschichte der Bücherzaichen in Japan. En: Deutsche Exlibris-Gesellschaft

Exlibris creados por Emile Orlik y publicados en la revista Myōjō. Extraídos de: Eine Geschichte der Bücherzaichen in Japan. En: Deutsche Exlibris-Gesellschaft

La fiebre originada por los exlibris en Japón hizo que en el año 1922 se fundara la primera asociación exlibrista del país: la Nippon Zohyokai. La sociedad, disuelta definitivamente en el año 1928, tenía como objetivo dar difusión al arte del exlibris dentro de Japón y favoreció la aparición del primer exlibris hecho por un artista japonés en la década de los años 30.

En el año 1933 volvió a aflorar la pasión de los japoneses por los exlibris y se creó una nueva sociedad: la Nippon Zoshohyo Kyokai, que tuvo el mismo destino que su antecesora y se disolvió en el año 1939. A pesar de los avatares de dichas sociedades, en Japón ha perdurado un movimiento muy activo por la popularización del exlibrismo y los amantes de los exlibris encargaban a los artistas que les diseñaran sus “marcas” personales.

En medio de esta fiebre, Taro Shimo, decidió crear el año 1943 la Nippon Exlibris Association, sociedad que aún continua activa a pesar de que su fundador tuvo que abandonar por razones de salud su cargo de presidente en 1977. Shimo fue sucedido por Kazutoshi Sakamoyo un año después cuando la asociación ya contaba con 1.400 miembros, incluidos los 120 socios que residían fuera de Japón.

Exlibris de Taro Shimo, creador y primer presidente de la Nippon Exlibris Association (1943). Extraído de: http://art-exlibris.net/

Entre 1943 y 2020, la sociedad distribuyó entre sus miembros un calendario compuesto por doce exlibris xilográficos diseñados por diferentes artistas de renombre. Las xilografías, a pesar de usar una gama de colores sencilla, consiguen unas ilustraciones brillantes y coloristas. La impresión era artesanal, de forma que su producción era muy reducida y se limitaba el acceso de nuevos miembros en virtud de esta limitación.

Exlibris de la Nippon Exlibris Association.
Extraído de: http://art-exlibris.net/

Exlibris de la Nippon Exlibris Association. Extraído de: http://art-exlibris.net/

Los artistas de la Nippon Exlibris Association

La Biblioteca Joaquim Folch i Torres conserva un conjunto de los calendarios editados por la Nippon Exlibris Association, comprendidos entre los años 1960 y 1980 y que contienen los exlibris de aproximadamente setenta autores. A continuación, os mostramos los artistas que forman parte de la exposición virtual Exlibris japoneses que podéis visitar en la página web del museo:

  • Azechi Umetaro 畦地梅太郎 (1902-1999)

Azechi Umetaro, animado por el artista Un’ichi Hiratsuka, se introdujo en el arte de la xilografía y sus primeros trabajos estaban en la línea del movimiento sōsaku-hanga (grabados creativos). Como otros artistas de su generación, se benefició del interés de los norteamericanos por su obra. Oliver Statler lo incluyó en la publicación Modern japanese prints: an art reborn (1956) y años después fue seleccionado para el volumen The modern japanese print: an appreciation (1962) de James A. Michener.

Exlibris del artista Azechi Umetaro 
Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

Exlibris del artista Azechi Umetaro. Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

  • Hashimoto Okiie 橋本興家 (1899-1993)

De joven se dedicó a la pintura al óleo, pero en 1936 se inició en el arte del grabado después de asistir al curso impartido por Un’ichi Hiratsuka sobre impresión de xilografías en Tokio. Comenzó a ser más conocido en la década de los 50, sobre todo después de aparecer en el volumen Modern japanese prints: an art reborn (1956) de Oliver Statler.

Exlibris de Hashimoto Okiie
Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

Exlibris de Hashimoto Okiie. Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

  • Kanamori Yoshio 金守世士夫 (1922- )

Estudió impresión xilográfica con Shikō Munakata, que se había instalado en la prefectura de Toyama huyendo de los bombardeos de Tokio de 1944. En 1952 fue miembro fundador del Nihon Hanga-in (Instituto Japonés del Grabado).

Exlibris del artista Kanamori Yoshio
Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

Exlibris del artista Kanamori Yoshio. Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

  • Kawakami Sumio 川上澄生 (1895–1972)

Después de graduarse en la universidad, Kawakami Sumio pasó un año en Estados Unidos. Cuando volvió a Japón, aceptó una plaza de docente en la ciudad de Utsunomiya, en el norte de Tokio, donde permaneció 30 años.

A pesar de que Kawakami era poco conocido por otros artistas del movimiento sōsaku-hanga, su trabajo fue apreciado por quienes lo conformaban. Onchi Koshiro (1891-1955) lo consideraba un “artista incomparable” y dijo que había pocos artistas que “pondría a la misma altura que a él”.

Exlibris del artista Kawakami Sumio
Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

Exlibris del artista Kawakami Sumio. Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

  • Maeda Masao 前田 政雄 (1904-1974)

En 1923 conoció a Un’ichi Hiratsuka, líder del movimiento sōsaku-hanga. Aunque al principio trabajó la pintura al óleo, gracias a la influencia de Hiratsuka, del Grupo Yoyogi y del Kokuga-kai (Asociación Nacional de Artistas), aprendió técnicas de xilografía y en 1940 se dedicó en exclusiva a los grabados. Aunque era un artista típico del sōsaku-hanga mostró en muchos sentidos la influencia de la pintura de estilo autóctono nihonga.

Exlibris del artista Maeda Masao
Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

Exlibris del artista Maeda Masao. Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

  • Mori Doshun  守洞春 (1909-1985)

Según Sekino Jun’ichirō, durante la Guerra del Pacífico Mori Doshun trabajó en los grabados para la reproducción del rollo que narra la fallida invasión de Japón por parte de los mongoles a finales del siglo XIII. Doshun también hizo grabados de colores vivos para los seis Ichimoku-shū (Colecciones de la Sociedad del Primer Jueves) creadas por Ichimoku-kay (Sociedad del Primer Jueves).

Exlibris del artista Mori Doshun
Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

Exlibris del artista Mori Doshun. Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

  • Seimiya Hitoshi (1886-1969)

También es conocido como Seimiya Akira y Kiyomiya Akira. Estudió pintura occidental en la escuela de Hakuba-kai con Kuroda Seiki y grabado en madera con el maestro Goda Kiyoshi. En 1912 fue miembro fundador de la sociedad Fyuzan-kay, en 1915 de Sodosha y de la Nihon no-Hanga Kyokai, en 1931. Sus grabados del período Fyuzan estaban fuertemente influenciados por el fovismo y sus últimos trabajos reflejaron el estudio de técnicas de xilografía china.

Exlibris del artista Seimiya Hitoshi
Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

Exlibris del artista Seimiya Hitoshi. Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

  • Takei Takeo 武井武雄 (1894-1983)

Es considerado uno de los ilustradores infantiles más importantes del siglo XX en Japón, siendo aún presente su influencia en la ilustración, el manga, la animación, el diseño gráfico y la publicidad. En 1927 colaboró en la fundación de la Nihon Doga Kyokai (Asociación de ilustradores infantiles de Japón). También fue integrante del grupo Ichimoku-kay (Sociedad del Primer Jueves) y formó una sociedad llamada Han no kai con Onchi Koshiro. De hecho, Onchi convenció a Takei para que contribuyera a la Ichimoku-shū (Colecciones de la Sociedad del Primer Jueves) del año 1950.

Exlibris del artista Takeo Takei
Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

Exlibris del artista Takeo Takei. Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

  • Yashusi Omoto (1926-2014)

Su formación y su carrera como artista se vieron retrasadas por la Guerra del Pacífico. Sirvió al ejecito japonés pero en 1951, después del conflicto, estudió artes en la Universidad Meiji. Uno de sus profesores fue Fumio Kitaoka, artista próximo al movimientosōsaku-hanga.

En 1973 se unió a la asociación de artistas Nihon Hanga Kyokai aunque, desde la década de los 50, ya había expuesto con este grupo. En los años 80 fue a los Estados Unidos para realizar demostraciones de técnica tradicional japonesa de grabado en xilografía.

Exlibris del artista Yashusi Omoto
Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres

Exlibris del artista Yashusi Omoto. Fondo: Biblioteca Joaquim Folch i Torres


Con este artículo hemos querido dar a conocer los calendarios de la Nippon Exlibris Association editados en Japón a lo largo del siglo XX que se conservan en la Biblioteca Joaquim Folch i Torres y que forman parte de la exposición virtual Exlibris japoneses. También os hemos explicado la historia que rodea la publicación Modern japaneses print: an art reborn de Oliver Statler editada en 1956 y de la que la biblioteca conserva un ejemplar. Fue una obra muy importante para algunos de los artistas que aparecen en este artículo ya que supuso la difusión de su trabajo, principalmente en Estados Unidos.

Para finalizar, queremos invitaros a que vengáis a la biblioteca a consultar los exlibris de la Nippon Exlibris Association y la obra Modern japanese print: an art reborn de Oliver Statler, y a que visitéis la exposición virtual “Exlibris Japoneses” en la web del museo.

Enlaces relacionados

Japanese bookplate collection. University of San Diego

“Oliver Statler” a l’Art Institute of Chicago

Collecting japanese prints

“Sōsaku hanga” a Viewing japanese prints

“Shin-hanga” a Viewing japanese prints

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