Conxa Rodà
La tercera y última parte de la serie sobre las tendencias tecnológicas en los museos trata de tecnologías que van más allá de 2015. A algunos quizás les parecerá un poco futurista. A la mayoría de museos de nuestro entorno más inmediato, las inversiones para innovación tecnológica rozan la no existencia, dadas las prioridades más básicas como la “simple” renovación del parque informático, por ejemplo, que muchos museos necesitan con urgencia. Lo que no quita que nos convenga, y mucho, estar alerta de las tendencias y usos sociales digitales, e ir experimentando e implementando lo que sea posible, al menor coste y con el máximo rendimiento. Tampoco se tiene que ser los pioneros en adoptar una nueva tecnología. De hecho, puede resultar muy sabio ver cómo evoluciona y, cuando lo hagamos, aplicar lo aprendido en las fases experimentales.
12. Wearables (vestibles)
Se trata de complementos (gadgets) que llevamos encima –gafas, relojes, pulseras, anillos, ropa– y que son, de hecho, dispositivos electrónicos receptores y emisores de datos que permiten un grado elevado de personalización de información. Se prevé que en un tiempo futuro formarán parte de nuestro día a día. El precedente más célebre han sido las Google Glass. Ya que no han alcanzado el uso social previsto, recientemente Google ha anunciado su retirada, pero aunque se pueda valorar como un fracaso, lo cierto es que ser de los primeros les ha proporcionado un testeo de gran valor y les ha permitido realizar mejoras en realidad aumentada. Recomiendo estos dos artículos: Why the failure of Google Glass is good for Google y Why Google Glass wasn’t a failure.
La tecnología wearable es una tendencia que todavía se encuentra en fase inicial y que no se prevé que llegue a ser de uso generalizado hasta de aquí a unos cuantos años. Actualmente hay bastantes desarrollos que ya son realidad para monitorizar, por ejemplo, las constante vitales cuando hacemos ejercicio físico, o las calorías que ingerimos, o vestidos que cargan la batería a través de energía solar. Con el apoyo de la Mobile World Capital, se ha podido ver en Barcelona un proyecto piloto de pulseras inteligentes para los clientes de un hotel.
Objetos inteligentes –smart wristbands, smart watches– en el Mobile World Congress 2015 en Barcelona. Fotos: Conxa Rodà
Las posibles aplicaciones para los museos van desde ampliar contexto sobre un período o pieza, rastrear, en tiempo real, el recorrido y los intereses de los visitantes, ofrecer interacción, estimular que se compartan en redes sociales fotos y comentarios, personalizar contenidos y oferta en función de los intereses que conoceremos vía los datos generados por los usuarios.
Como otras novedades tecnológicas, será interesante seguir su evolución y experimentar qué aplicabilidad real de valor añadido puede aportar a nuestros usuarios. Se tendrán que resolver las cuestiones de privacidad, dado que será ingente la cantidad de datos personales que permitirán recoger. Conseguir ofrecer contenido contextualmente relevante allí donde esté el usuario, de forma no intrusiva y no siendo distrayentes en lo que a la experiencia de visita se refiere, será el reto para los museos.
Algunos de los wearables son estéticamente discutibles. Seguro que evolucionarán hacia elementos más pequeños e integrados. Recordemos qué extraño era en los inicios de los móviles cuando veíamos a alguien hablando por la calle o en el bus… Unos diseños mejor resueltos, a unos precios más bajos y, sobre todo, facilidad de uso y utilidad serán la clave para extender su adopción masiva en un futuro. Los wearables serán un componente básico de Internet de las cosas o Internet of Things.
13. Internet of Things (Internet de las cosas)
Los wearables son un primer apunte de hacia dónde vamos: entra con fuerza en 2015 en el sector tecnológico, el concepto de conectividad aplicada a los objetos, smart objects o Internet de las cosas.
Lo que quiere decir mucho más del hecho que los objetos dotados de sensores estén conectados a Internet. El valor añadido vendrá de la integración de datos procedentes de varias fuentes para ofrecer conocimiento nuevo, contextual y relevante para los usuarios. Aplicado al tráfico o a la gestión energética eficiente de los edificios ya existen iniciativas, así como de objetos que alertan de peligros, o de cosas más triviales como que se ha acabado la leche de la nevera. Otras aplicaciones las comenta Cristina Sáez en su excelente artículos Regreso al futuro: la Internet de todas las cosas.
Disponer de más anchura de banda y la ciberseguridad serán cuestiones tecnológicas a resolver para generalizar la Internet de las cosas. Su potencial: el incremento del conocimiento y la personalización de servicios y productos. Como dicen los expertos y recoge Cristina Sáez, “en el futuro próximo seremos una sociedad inteligente formada por seres humanos conectados”.
En el mundo de los museos permitirá personalizar la información según el perfil y las preferencias del visitante.
Es ya frecuente hablar de las smart cities, de las que Barcelona es un caso destacado.
De ahí iremos hacia los smart museums. Seguramente aún no en 2015, pero sí en pocos años. Mientras, podemos ir explorando sectores que ya lo aplican e ir pensando en qué usos podremos hacer de ellos.
14. Big Data
De la agregación estructurada de grandes cantidades de datos procedentes de diversas fuentes se puede generar conocimiento nuevo. Los usuarios somos altamente productivos en proporcionar una cantidad de datos ingente a través de nuestro uso de múltiples plataformas y entornos. Algunos datos los facilitamos conscientemente, otros los captan los sistemas sin que nos demos cuenta cuando navegamos desde el ordenador, cuando operamos desde el móvil, cuando pagamos con tarjeta, cuando emitimos mensajes en las redes sociales, cuando usamos los wearables u objetos inteligentes. Con los riesgos que comporta de vulneración de la privacidad, aunque, supuestamente, se tienen que trabajar los datos anonimizándolos.
Analizando el Big Data en el blog del CCCBLab dicen: “El uso del Big Data, aplicado a la producción cultural, nos permite representar de modo continuo y espacial cómo se conforma nuestra cultura visual y cómo se produce el conocimiento, poniendo a las humanidades digitales ante los nuevos retos de una cultura de datos generada en red.” Lo cierto es que la explotación de datos agregados permite identificar patrones de comportamiento y, lo que es más interesante, predecirlos y adaptar a ellos una oferta cultural segmentada.
En el Reino Unido están en marcha cuatro proyectos de Big Data financiados por Digital R&D Fund for the Arts. Destaco Arts Data Impact, que acogerá la primera residencia de expertos en datos –data scientists-in-residence. Trabajarán sobre datos del Barbican, la Ópera y el Teatro Nacionales para extraer de ellos conocimiento de los públicos y para el aprendizaje organizacional.
En nuestro país, Roca Salvatella y Telefónica han publicado en 2014 el primer informe sobre Big Data y turismo centrado en Madrid y Barcelona. El análisis de grandes paquetes de datos anónimos ofrece información detallada sobre el usuario y sus preferencias durante su estancia e incluye recomendaciones estratégicas a partir de estos datos.
La interoperabilidad de los datos y conseguir que sean de libre acceso (Open Data) son dos de los aspectos cruciales del entorno computacional actual.
15. RRHH: de gestores administrativos a impulsores de la innovación
La sitúo como última para cerrar el ciclo ya que, sin una transformación digital de las organizaciones, muchos de los cambios y las tendencias anunciados resultarán más difíciles sino imposibles.
Necesitamos organizaciones inteligentes, abiertas a la innovación con estructuras más flexibles, donde todo esté interconectado, las ideas fluyan y se generen nuevas ideas, donde se experimente, se arriesgue, donde pensar y tener iniciativa sea reconocido, que favorezcan el aprendizaje continuo. Donde los procesos de trabajo vayan orientados a la excelencia de servicio al usuario y no a la excelencia del procedimiento.
Será clave la evolución de los departamentos de recursos humanos y otros, hacia una mejor adecuación a las necesidades actuales de este entorno complejo, cambiante y digital en el que nos encontramos. La transformación digital de las organizaciones pasa, también, por repensar la orientación de los departamentos de recursos –humanos, económicos, tecnológicos–, que tendrán que evolucionar hacia una función más estratégica.
Del mismo modo que me gusta definir el museo como conector, los departamentos de recursos los veo también como conectores de personas, como impulsores de la inteligencia colectiva, que saben poden en valor el capital social interno. En un mundo en el que las conexiones ganan cada día más relevancia, será esencial que las organizaciones favorezcan unas estructuras “de tipo bio-funcional donde cada unidad trabaje de forma interconectada con otras unidades” (Jesús Martínez Marín 2014).
Hay que adecuar la oferta formativa al nuevo entorno digital y a las nuevas formas de trabajar. Se necesita más y mejor formación en competencias digitales, en trabajo colaborativo y en red, en comunicación online, en movilidad, en visión estratégica. En el II Informe sobre el estado de la cultura en España 2014: la salida digital, una de las tres recomendaciones para el sector de museos propone “Fomentar la formación técnica de los gestores y la inclusión de profesionales cualificados en nuevas tecnologías en las organizaciones museísticas”.
… y seguir explorando y mejorando
En definitiva, se trata de conocer y valorar cómo lo digital nos puede ayudar a cumplir mejor nuestra misión como museo, a hacer de buenos conectores entre las colecciones-conocimiento y público. Como se expresa en el informe Sobre la transformación digital -10 claves para el debate, “La madurez digital se determina en dos dimensiones: la intensidad digital –tecnológica- y la intensidad de la transformación de la gestión –cultura organizacional”.
Una doble exploración continua nos ayudará a orientar nuestra acción digital: estar atentos a las transformaciones digitales tanto de nuestro sector como de otros y, sobre todo, muy atentos a observar lo que los usuarios buscan y hacen. No toda la innovación es digital, pero lo digital es un activador claro de innovación.
Y no hemos hablado de interfaces naturales, como el gesto o la voz, ni de robótica o de drones. Seguro que los tendremos en los museos antes de lo que pensamos. Hay que estar atentos porque… winter is coming.
15 tendencias tecnológicas en los museos en 2015 /1
15 tendencias tecnológicas en los museos en 2015 /2
Enlaces relacionados
Wearables
Wearables en la cultura. Experiencias aumentadas y a medida, blog del CCBLab
Wearables en los museos, Documotion
V&A DesignLab Project, Wearable Technology with Seymourpowel, Victoria & Albert Museum Blog
Internet of Things (IoT)
What Exactly is the “Internet of Things”? Infografía
The Internet of Things explained
What is the “Internet of Things” and what does it mean for museums, Linda Kelly, 2012
Big Data
Tendencias Culturales: sobre Big Data, Carmemix
Big Data aquí y ahora 2015, Online Business School
5 reasons 2015 will be the year of Big Data, Matt Davies, 2015
6 propositions pour saisir les opportunités du Big Data, Institut G9+, Francia, 2015
How Unified Field is Using Big Data to Create Legible Cities, Elizabeth Alton, 2014
RR.HH y transformación digital
20 tendencias que transformaran los RRHH en el 2015
Los RR.HH harán un uso más intensivo de la tecnología, Observatorio de Recursos Humanos, 2015
Una experiència d’implantació de programes d’aprenentatge informal a l’organització (PDF), Jesús Martínez Marín, 2014, Butlletí Escola Innovació, núm. 33.
La revolución digital del talento conectado. Estudio Delphi RR.HH 2020
Tendencias tecnológicas 2015 (general)
La tecnologia el 2015, blog de Cultura Digital
Predicting the next decade of tech, Steve Ranger
25 Disruptive Technology Trends 2015-2016, Brian Solis, PPT
Las 10 predicciones tecnológicas para 2015
Las 10 tendencias que dominarán el panorama tecnológico del 2015, según Juniper
My top 10 predictions for 2015, Sven Denecken
Co-directora del Curs d'Estratègia Digital_UOC_Museu Nacional d'Art de Catalunya
Co-directora del congrés CIMED de Museos y Estrategias Digitales