La filmación de “La Gran Esperanza Blanca”: Un combate de boxeo en la gran Sala Oval del edificio del Museu Nacional

3.691
Manuel Vallejo

Manuel Vallejo, un Amigo del Museu Nacional, nos explica algunos recuerdos de juventud relacionados con los espacios del museo que ha ido desgranando durante el confinamiento.

Ya quince años antes del «Barcelona ponte guapa» nuestros edificios y conjuntos atrajeron la atención de la indústria del cine internacional. La película «La Gran Esperanza Blanca» forma parte de la historia de la ciudad … y los cofigurantes.

Unas ofertas de trabajo con requisitos especiales

El 2 de diciembre de 1969 aparecieron en la Bolsa de Trabajo de La Vanguardia unos anuncios de la «20th Century Fox» solicitando extras para la filmación de una película en Montjuïc y en otros lugares de Barcelona. Los textos decían: «Todas las personas de características y rasgos netamente francés y alemán, que quieran intervenir como figurantes en el rodaje de nuestra película, deben pasarse por las oficinas de casting». Otro decía: «todas las personas de color, mestizos, mulatos, y de aspecto mexicano y cubano deberán pasar por la selección previa por las oficinas de casting. «

Un grupo de amigos les contactamos y nos convocaron en el Palacio de Alfonso XIII; tras un fugaz vistazo por parte del especialista, algunos fuimos contratados, incluido quien suscribe, para los tres lugares y días de filmación. No se nos explicó cómo era el argumento de la película en su conjunto, ni tampoco el de cada lugar de filmación.

Escenarios escogidos, por su ambientación novecentista

Conjunto de austrohúngaros en el Zoológico de Budapest
Conjunto de austrohúngaros en el Zoológico de Budapest

Los lugares de rodaje se escogieron por las respectivas semejanzas arquitectónicas y ambientales con las escenas actuadas de los protagonistas. El Parque de la Ciutadella figuró ser el zoológico Gischer Garten de Berlín. Los accesos al Museu Nacional d’Art de Catalunya y parte de la Sala Oval simularon ser el Vélodrome d’Hiver de París, lugar de combate de boxeo nocturno. El antiguo Estadio de Montjuïc representó ser el Estadio de La Habana, escenario del combate final y The End de la película.

Zoológico de Budapest. Descanso del rodaje de Jane Alexander
Zoológico de Budapest. Descanso del rodaje de Jane Alexander
Descanso en el rodaje, un rato de lectura
Descanso en el rodaje, un rato de lectura

Un día soleado de los Santos Inocentes de 1969 en el Parque de la Ciutadella tuvieron lugar las primeras filmaciones. Las grabaciones en el antiguo Estadio de Montjuïc fueron en enero 1970, poco después de Reyes, con un frío notable; lo más grave es que figurábamos como espectadores en manga corta y camisa blanca en unas gradas al aire libre en La Habana, vociferando en un combate de boxeo que celebraban los actores principales.

Combate de boxeo en la Sala Oval, bien visible la balaustrada
Combate de boxeo en la Sala Oval, bien visible la balaustrada
L’Estadi de Montjuïc en el film “La Gran Esperanza Blanca”
El Estadio de Montjuïc en el film “La Gran Esperanza Blanca”

La Fuente Mágica lució mágica!

El emplazamiento de la tercera filmación, ya nocturna, figuraba ascendiendo las escaleras del acceso principal del entonces Palacio Nacional, ahora Museu Nacional, cuidadosamente disfrazados los extras con trajes formales. Los negociadores del Ayuntamiento de Barcelona, especialmente gracias a los buenos oficios del entonces concejal del Ayuntamiento, Esteban Bassols, hicieron el milagro: aseguraron a la Century Fox que la Fuente Mágica, entonces muy deteriorada, funcionaría ilegal iluminada durante la filmación. Y, mágicamente, ¡así fue!

Los accessos del Palacio Nacional en la película
Los accessos del Palacio Nacional en la película

Entre los figurantes soldados austroalemanes en el Gischer Garten de Berlín se dió la casualidad que había Xabier Elorriaga, quien luego adquirió merecida notoriedad en el cine y la televisión con notables papeles en «La ciudad quemada», «Tesis» y «Isabel Católica», entre muchos otros.

Un argumento con una historia de racismo que, ¡ay, se repite!

Como os he avisado al inicio, «los hechos descritos fueron mayormente ciertos». La gran esperanza blanca (The great white hope) incluía etapas de la vida del estadounidense de raza negra Jack Johnson. En la película, bajo el nombre de Jack Jefferson, acaba de derrotar, en 1914, Frank Bardy en Reno, y se convierte en el primer púgil negro campeón mundial de los pesos pesados. Pero eran los años 1900s y Jack, que viaja con su novia Eleanor, una mujer blanca, ha cruzado los límites de un estado racista. Detenido bajo la acusación de mestizaje, es procesado y condenado a tres años de prisión; pero evade de la prisión y marcha hasta Europa con su pareja. Su vida se convierte en una constante fuga, sufriendo conflictos emocionales en varias ciudades, celebrando combates de boxeo en París (representado en la película) para reunir fondos … Su reputación cae en picado, y en un combate amañado en la Habana pierde su título en manos de un boxeador de raza blanca.

Cartell de la pel·lícula The Great White Hope. 20th Century Fox
Cartel de la película The Great White Hope. 20th Century Fox

Recepción de la película en las taquillas de los Estados unidos

Gustaron especialmente las interpretaciones de James Earl Jones y Jane Alexander, que recibieron los premios Tony a la obra original de teatro de Howard Sackler, el Premio Pulitzer 1969 y Tony 1969. La película, dirigida por Martin Ritt, hizo hincapié en las desigualdades sociales y raciales, un film fuerte, sin concesiones, con una gran carga de denuncia social y de género; recibió respuestas positivas tanto del público como de la crítica. Los actores, poco conocidos hasta entonces, fueron nominados al Oscar por la mejor actuación de 1969; después brillaron en sus respectivas carreras: inolvidable el papel de Earl Jones en Kunta Kinte. El actor comentó en un documental sobre Jack Johnson que «conocer la historia de Jack Johnson es saber que se trata de un estudio sobre la arrogancia y la pretensión».

En relación con la recaudación de la FOX, parece que en resumen no fue muy aprovechable, y fue alquilada por TV (quien esto escribe pudo verla, bien sorprendido…¡en un vuelo intercontinental pocos años después!).

Diarios barceloneses de 1968-1970:  artículos sobre la filmación y el estreno

Angel Zúñiga, cronista en Nueva York de La Vanguardia, relata el 30 de octubre de 1968 (ver enlaces relacionados, 1) la puesta en escena en Broadway de «La gran esperanza blanca» de Howard Sackler. Muy posiblemente fue la primera referencia a esta obra de teatro en la prensa española.

Versión española del póster del film
Versión española del póster del film

El periodista Jaime Arias, del mismo diario, el 14 de enero 1970 (ver enlaces relacionados, 2), en las fechas de la grabación en Montjuïc, informa de detalles muy interesantes de la filmación en curso. Aparte, en la primera parte de su crónica profetiza sobre lo que debería convertirse en el mundo del cine en los 70 y los 80, previendo el vídeo, el Cd y el DVD. Claro, lo que no podía ni imaginar sería la aparición de internet y la vorágine del streaming.

En la sección cinematográfica del diario La Vanguardia de 14 de marzo de 1972, Ángeles Masó escribe sobre el estreno en el cine Regio Vistarama de Barcelona (ver enlaces relacionados, 3). Hace un guiño a los barceloneses escribiendo: «Barcelona, como se recordará, ha sido escenario de la película en importantes secuencias: El Parque de la Ciutadella figura el Zoológico de Berlín; la estación de Francia, la de Budapest.» La cronista elogia los intérpretes principales, la notable ambientación y las multitudes que rodean el «triunfador». Finaliza su crítica con estas palabras escritas casi cincuenta años (ay, leídas ahora, nuevamente dolorosas): «El espíritu que anima la película y que se centra en este ya lejano episodio -la gran esperanza de los blancos estadounidenses, que consiste en ejercer la supremacía sobre la raza negra- es desgraciadamente vigente y esto hace que el problema en sí, fuera de la anécdota, cale en el espectador. «

En Barcelona, el 2017 y el 2020, “el combate del seglo continúa”

El Museo Picasso celebró la exposición 1917-Picasso en Barcelona, de octubre de 2017 a enero de 2018. Coincidiendo en ella, durante las mismas fechas, se celebró la exhibición Arthur Cravant. Maintenant?.

La exposición era sobre figuras artísticas de los alrededores de 1915-1920 en Barcelona. Cravant, seudónimo de un británico sobrino de Oscar Wilde, era un gigantón bien musculado de más de dos metros de altura a quien unos organizadores propusieron un combate de boxeo contra Johnson, que estaba en Europa huido de la justicia norteamericana y ya en la bajada de su carrera pugilística. Se celebró en Barcelona, en la Plaza Monumental, un 23 de abril de 1916, la «Gran Fiesta del Boxeo». Sobre vida y milagros del gigantón y la exhibición hay publicado por el Museo Picasso un magnífico libro-catálogo de varios autores, calificándolo como «coloso místico, precursor de la aventura dadaísta». Como decimos en nuestro país, «para alquilar sillas»: así, los periódicos de la época nos hablan de que «4.500 personas pagaron entradas de entre 2 y 36 pesetas. para ver el negro de 110 kg «. (sic)

En junio de 2020, en la revista SAPIENS, Frederic Porta publicó un documentado artículo sobre la vida y detalles de la muerte de Jack Johnson (ver enlaces relacionados, 4).

En la Sala Beckett de Barcelona este octubre de 2020 se estrenó la obra de teatro «El combate del siglo», creada y dirigida por la costarricense Denise Duncan, basada en una obra de Jack London y en las dos producciones de «The great white hope» descritas. Incluye la problemática del racismo y los problemas emocionales del protagonista con su compañera. Existe la nota original que varios actos están basados en Barcelona cuando el boxeador vivió el combate llamado «del siglo» con el británico Cravan, tal como ya hemos comentado. El conjunto, bien musicado, tiene aspectos «de todos colores» (doble-entender). ¡Allí! Se suspendió la representación por la segunda ola de la pandemia del 1 de noviembre 2020 (véase la crónica de Justo Barranco en La Vanguardia, del 22 de octubre en enlaces relacionados, 5).

Un proceso particular, un revivir con los Amics

Redactar a lo largo de varias etapas de 2020 de confinamiento este artículo me ha permitido volver a ver toda la película varias veces, y escoger las fotos adecuadas hechas por mí en los escenarios, de las que aquí comparto algunas. He ido descubriendo localizaciones rodadas en Barcelona que no tenía reconocidas, como es el caso de la Estación de Francia bajo el cartel «Budapest» en la película.

He visto en la Sala Beckett la obra de teatro descrita y he podido leer un buen número de artículos sobre el tema.

Todo ello, me ha hecho revivir simpáticos recuerdos y entender nuevos aspectos del guión y de la realización de la película; también de la época, de la Barcelona del 1917-1920, una ciudad ya cosmopolita y un poco abyecta, cuando la descubrió Jack Johnson: vino por dos meses para el combate a la Monumental y se quedó viviendo casi tres años, convertido en «el dueño del Paralelo».

Sería interesante un visionado de una buena copia de la película en el Museu Nacional, con los «cofigurantes barceloneses de aquella época», unos comentaristas de «edad» que, además de la denuncia social y de género, podríamos comentar aspectos de la realización, del trabajo de figurantes y de los ambientes de principios de los 1900 en Barcelona, recreados para la filmación. ¡Es una idea!

Enlaces relacionados

+ posts
Manuel Vallejo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

CAPTCHA * Time limit is exhausted. Please reload the CAPTCHA.