Con ocasión de las exposiciones en torno a la figura del pintor Antoni Viladomat, se ha restaurado su Autorretrato. La obra, que se encontraba en las reservas del museo, no se mostraba a causa de su estado de conservación. La pintura evidencia las consecuencias de unas infaustas vicisitudes sufridas en el pasado. En 1814, durante la primera guerra carlista, ardía en una hoguera junto con otras piezas, en el centro de la plaza de Berga. Afortunadamente, fue salvada antes de que las llamas la destruyeran totalmente. Según Francesc Miralpeix, tenemos constancia de que la pintura fue restaurada por un tal Mn. Aragón y que posteriormente permaneció en un desván del Hospital de Berga.
Ingreso en el Museu Nacional y estado de conservación
En el registro del museo se reseña que el 31 de agosto de 1951, la Junta Municipal acordó comprar la pintura a Enriqueta Farriols, viuda de Cabañó, por valor de 5.500 pesetas.
La obra se presentaba con un marco que ocultaba una parte de la pintura original. De las vicisitudes que había sufrido la pieza derivan las abundantes pérdidas de las capas de preparación y de color. A primera vista, estas faltas no resultaban evidentes porque la obra llegó a nuestras manos con los desperfectos restituidos: enmasillados y en gran parte reintegrados. Asimismo, el estuco no solo se había dispuesto en las zonas de pérdida, sino que se había extendido sobre la pintura original y se había seguido el mismo criterio con la reintegración pictórica. El 70% de la obra estaba repintado y de forma descuidada, con una capa superficial deshomogénea y zonas excesivamente brillantes que contrastaban con otras mates. De estas intervenciones no se tiene documentación escrita, pero pueden ser ubicadas a lo largo del siglo XX.
A causa de la acción de fuego, la capa pictórica presentaba ampollas, un cuarteado peculiar y el cromatismo original que había virado hacia colores en tonos marronosos, lo que es característico de una pintura que ha sido sometida a altas temperaturas. Estos rasgos son irreversibles.
El otro retrato del autorretrato: la figura de una mujer
En la radiografía que se realizó de la obra para ayudar a discriminar las partes originales de las añadidas, se vio que Viladomat había reutilizado la tela: debajo apareció la figura de una mujer.
El artista, o alguno de sus colaboradores, cubrió el retrato de la mujer extendiendo por toda la superficie de la pintura una preparación de carbonato de calcio mezclado con arcillas y aglutinado con óleo, de color marrón.
Proceso de conservación-restauración
1. Limpieza
La limpieza ha sido lenta y laboriosa y se ha llevado a cabo utilizando mezclas de disolventes. Los repintes, así como una base marronosa (ambas no originales y realizadas con colores aglutinados con barniz) han sido retirados. Ha salido a la luz una parte de la pintura original, la otra permanecía oculta por un estuco, que, selectivamente, también ha sido retirado y han ido aflorando los restos de la pintura original.
2. Estucado o enmasillado de las pequeñas lagunas
Se decide conservar los estucos de dimensiones reducidas, pero será necesario realizar un repaso del enmasillado para dejarlo anivelado con la pintura original.
3. Las grandes lagunas: lienzo visto
Las grandes zonas de pérdidas de la capa de preparación y de la capa pictórica están, principalmente, localizadas en la zona inferior y en el margen vertical izquierdo de la pintura. Aquí, se han retirado los repintes y los estucos de las grandes lagunas, y se ha dejado el lienzo a la vista.
4. Sistema de presentación: reintegración pictórica
Finalizada la limpieza de la pintura, se procedió a barnizarla. El retoque se inició con colores a la acuarela en las zonas de estuco y se acabó dando veladuras con pigmentos en polvo aglutinados con barniz de retoque.
La restauración del Autorretrato se inició a finales de 2013 y se acabó en febrero de 2014. La obra ha sido restaurada por Carles Pongiluppi y por la autora de este artículo.
La pintura se ha podido contemplar en la exposición Viladomat: el hombre, el artista, la obra en el Museu d’Art de Girona.
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Articulo en La Vanguardia. El Museu d’Art de Girona exposa per primer cop un autoretrat de Viladomat i un gran penó pintat per a la Catedral
Restauració i Conservació Preventiva
One comment
Por lo que estoy mirando sobre los Puig (que eran los herederos de Viladomat), Seguramente el cuadro se quemo en 1827, en la «Guerra dels Malcontents».