Valeria Mamczynski
El museo cuenta con un conjunto de vitrales de una gran riqueza técnica y con algunos de los ejemplares más característicos del Modernismo catalán, un movimiento en el que el vitral, como el resto de las artes decorativas, tuvo un papel relevante. En los últimos años se han llevado a cabo diversos proyectos de conservación-restauración de vitrales de la colección que pertenecen a los talleres de vidrieros más famosos de la época.
En el año 2013 se restauró el vitral Alegoría de la Exposición de Bellas Artes, diseñado por Josep Lluís Pellicer Fenyé y realizado por el taller Antoni Rigalt y C.ª (Barcelona, 1890-1903), que actualmente se encuentra depositado y expuesto en el Museu del Disseny. En el año 2015 se trabajó en la restauración de dos vitrales realizados por el taller de Eudald Ramon Amigó: Rosetón con el ojo eterno y San Miguel Arcángel, los dos proyectados por Enric Monserdà y Antoni Gaudí y expuestos en las salas de Arte Moderno del museo. Finalmente, en el año 2018, se intervino una de las ventanas perteneciente a la Casa Trinxet, La Virgen cuando era niña, diseñada por Joaquim Mir y realizada en los talleres Rigalt, Granell i Cia. de Barcelona, que participó en la exposición itinerante en diversas ciudades de Japón “Barcelona: the city of artistic miracles”. Todas estas obras muestran técnicas vidrieras destacadas, de alta calidad para la época, con particularidades y retos propios en cada una de ellas.
En el momento de iniciar una intervención, los conservadores-restauradores nos guiamos por los mismos principios y códigos éticos propios de nuestra profesión. Hacemos una valoración del estado de conservación de la pieza y documentamos sus características. Determinamos los tratamientos necesarios para su restauración y analizamos los materiales más adecuados y que no comporten ningún riesgo para la estabilidad y preservación de la misma.
En todo caso, el diagnóstico y propuesta de intervención dependen principalmente del material constitutivo de la obra. Una obra de madera, piedra, metal o cualquier otro material opaco se interviene de manera diferente a un vitral que tiene como principal característica la de ser translúcido. Esta cualidad supone, sin duda, el principal reto cuando tenemos que intervenir sobre el vidrio, muchas veces coloreado o pintado en la superficie. Los criterios de intervención y la elección de materiales para la restauración siempre deben de garantizar el paso de la luz.
Entre las diversas técnicas de manufactura de un vitral, que varían en función de la época, me centraré en el vitral emplomado. Este es el que encontramos en los ventanales de las catedrales y el que mayoritariamente vemos cuando pasamos frente a un edificio modernista. Además del vidrio plano, el vitral se compone de varillas de plomo que rodean todos los fragmentos de vidrio así como el perímetro del vitral. Esas varillas están soldadas entre si y conforman una red que proporciona estructura y rigidez a la vidriera. En la mayoría de los vitrales emplomados modernistas encontramos la masilla, que los vidrieros ponían entre el plomo y los vidrios, para reforzarlos y hacerlos estancos al colocarlos en una ventana.
También encontramos otros materiales, generalmente metálicos, para la sujeción de los plafones de vidrio en su marco en la arquitectura: las barras o listones de hierro de sujeción, generalmente fijados a los plafones mediante alambres soldados con plomo, que actúan de travesaño y separan los diversos plafones del vitral.
Patologías y alteraciones de los vitrales
Las patalogías que presentan los vitrales dependen de la naturaleza de cada material que lo constituye, de su composición y del compartamiento en relación con el entorno a lo largo del tiempo. Algunas de las patologías más comunes son las fracturas del vidrio y, como consecuencia, a veces, la pérdida de fragmentos de vidrio; las fracturas de plomo que producen el debilitamiento y la pérdida de resistencia estructural de toda la red; los abombamientos o deformaciones producto de la pérdida de resistencia de la red de plomo y otras alteraciones propias de cada material.
Uno de los procedimentos más habituales en las intervenciones de restauración del vitral es la unión de vidrios fracturados. Las causas de fractura, una de les patologías más frecuentes del vidrio, pueden variar: fracturas producidas por actos de vandalismo cuando las vidrieras se encuentran en el exterior, golpes accidentales, una manipulación incorrecta de los plafones durante su traslado, así como el deterioramento de los elementos compositivos del vitral que pueden comportar, por ejemplo, la pérdida de resistencia estructural de la red de plomos.
En un próximo artículo continuaremos hablando de la restauración de esta colección de vitrales del Museu Nacional.
Valeria Mamczynski Guerizoli, autora de este artículo, es restauradora freelance especializada en conservación-restauración de vidrio. Estudió en la Escola del Vidre de Barcelona (Fundació Centre del Vidre de Barcelona) entre los años 2003 y 2005 cursando la especialidad de Vidrieras y Escultura en vidrio. Obtuvo la Llicenciatura en Bellas Artes en la Universitat de Barcelona en el año 2008 y, entre los años 2010 y 2011, le fue otrogada una beca Andrew W. Mellon Research Fellowship en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York donde se especializó en la conservación-restauración de vidrio.
Enlaces relacionados
Restaurando el color de la luz: vitrales del Museu Nacional d’Art de Catalunya /2
Restauració i Conservació Preventiva
One comment
Muy buena nota. Excelente para los que seguimos con pasión esta actividad. Espero volver al Museo el año proximo.