Reinterpretando el románico

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Iker Spozio

Iker Spozio reinterpreta el romànic

El artista de origen italiano, Iker Spozio, se presentó en el Museu Nacional como un apasionado del arte e historia antigua, y en especial de la pintura románica, con la que tiene un vínculo especial. Con el proyecto de reinterpretar y trasladar a su estilo las pinturas románicas conservadas en el Museo, realizó un periodo de residencia para estudiar en detalle las obras. Ahora nos cuenta su experiencia:

Mi primera vez en el Museu Nacional

Cuando la mañana de un día de principios de octubre de 2018 me dirigía hacia el tren que me llevaría rumbo a Barcelona, vi dibujada en el cielo la constelación de Orión, clara y brillante como nunca, supe que mi viaje empezaba bajo una buena estrella.

Barcelona era mi destino, dado que en una galería del Raval iba a tener lugar una exposición de mi obra, pero uno de los objetivos principales de mi viaje era la visita, durante tanto tiempo anhelada, al Museu Nacional d’Art de Catalunya.

Salas de arte románico

Salas de arte románico

Museu Nacional d'Art de Catalunya

Museu Nacional d’Art de Catalunya

Ninguna de mis lecturas previas, sin embargo, me había preparado para la sensación de estupefacción que cualquier visitante siente al franquear las puerta del museo y adentrarse en ese mundo de ensueño que es la colección de arte románico del Museu Nacional.

Estupefacto ante el románico

Centenares de ojos, ojos en rostros, ojos en alas, en palmas de manos, en cuerpos de animal, me observaban mientras sonreía emocionado, casi incapaz de asumir que tanta belleza hubiera podido juntarse en un único lugar.

Ábside de Santa Maria d'Àneu

Ábside de Santa Maria d’Àneu, Maestro de Pedret, finales del siglo XI – inicios del siglo XII. Detalle

Mientras avanzaba aturdido por todas las maravillas que me rodeaban, empezaba a forjarse en mi cabeza un proyecto que, gracias a la colaboración del Museu Nacional, hoy se está haciendo realidad.

Gradualmente, me iba dando cuenta de que el vínculo que sentía con las obras románicas del Museu Nacional iba más allá del que puede nacer de la simple admiración por algo hermoso.

Mi vínculo con el románico

Antes de todo existía una cuestión de carácter puramente técnico, dado que mi propio trabajo se basa, desde hace años, en materiales y técnicas antiguas, como por ejemplo las superficies preparadas con caseinato cálcico y el temple al huevo, técnica específica de la pintura medieval sobre tabla.

En segundo lugar, muchos elementos de mi obra se asemejan a los que recurren en la pintura románica catalana y en la románica en general: la tendencia a la abstracción de la forma y el gusto por la geometría; la división de la superficie según patrones y módulos regulares y armónicos; la creación de volúmenes a partir de la gradación tonal del color; el uso de una paleta relativamente reducida y la combinación de colores contrastantes entre sí y a menudo complementarios.

Mestre de Santa Maria de Taüll, Absis de Santa Maria de Taüll, cap a 1123

Maestro de Santa Maria de Taüll, Ábside de Santa Maria de Taüll, hacia 1123

Finalmente, otro vínculo, este de carácter más emocional, consiste en el hecho que pertenezco a una familia, por parte paterna, de larga tradición en la realización de pintura mural. Mi padre, sin ir más lejos, es un experto en fresco y en técnicas de transferencia de pinturas murales sobre un nuevo soporte y su posterior conservación.

Mi origen italiano, lombardo en concreto y, por consecuencia, el mismo que el de los artífices del strappo de los frescos conservados en el Museu Nacional, es una más de la coincidencias que llegaron a motivar mi decisión de dedicarme a un proyecto de reinterpretación personal de las pinturas románicas del Museu Nacional.

Sala de arte románico del Museu Nacional

Sala de arte románico del Museu Nacional

Un mes frente a las pinturas románicas

Obtenido el permiso por parte de la dirección del museo, el 13 de noviembre de 2018, estaba frente a la puerta de entrada, lápices y cuadernos en ristre, listo y dispuesto para transcurrir un mes en las salas de la sección románica, dibujando cotidianamente y a más no poder.

Fue un mes muy intenso. Los primeros días estuvieron marcados por la experiencia extraña de estar rodeado de gente mientras me dedicaba a mi trabajo, algo a lo que no estoy acostumbrado, dado que siempre me dedico a mi obra en absoluta soledad.

El artista Iker Spozio Ante una de las pinturas murales románicas de la colección del museo

El artista Iker Spozio ante una de las pinturas murales románicas de la colección del museo

Pero la amabilidad y disponibilidad de toda la gente que trabaja en el Museu Nacional y el respeto de los visitantes del mismo hicieron que pronto me sintiera como en mi propio estudio, y que las horas que pasaría en el museo se convirtieran en la mejor de las rutinas.

Poco a poco, fui desarrollando un estilo de dibujo determinado por el contexto en el que me encontraba: por las obras que me servían de inspiración, obviamente, pero también por la atmósfera y las peculiares condiciones lumínicas que caracterizan las salas. A veces, estar sumergido en la penumbra favorecía que diera rienda suelta a mi fantasía, completando a mi gusto, en un papel inmerso en la sombra, imágenes en realidad bañadas en luz.

En les reserves del Museu Nacional

En las reservas del Museu Nacional

Reinterpretación del románico

Inicialmente mi idea era la de traducir los elementos figurativos de la pintura románica en mi propio lenguaje, generalmente totalmente abstracto, y el resultado de mi mes de estancia en el Museu Nacional fue una serie de bocetos que efectivamente acentúan la tendencia a la abstracción geométrica ya presente en las obras tomadas como modelo: los dibujos subrayan líneas de construcción, fuerzan o crean correspondencias, borran ornamentos o añaden o restan planos.

L'artista treballant en una de les obres

El artista trabajando en una sus obras

Dibujo de Iker Spozio

Dibujo de Iker Spozio

Sin embargo, al final y de forma sorprendente para mí, mis dibujos conservaron la naturaleza más básica de las pinturas originales que, en la mayor parte de los casos, se mantuvieron bastante reconocibles.

En muchas ocasiones tuve la sensación de estar en una especie de mudo diálogo con los pintores románicos, y en cada instante transcurrido observando su obra aprendí algo de ellos y de su visión de la realidad (o, mejor, de múltiples realidades).

Collage amb alguns detalls dels dibuixos d'Iker Spozio

Collage de los dibujos de Iker Spozio

Collage amb alguns detalls dels dibuixos d'Iker Spozio

Collage de los dibujos de Iker Spozio

Ahora, de vuelta a mi estudio, me preparo para el necesario “labor limae”, es decir, pulir los dibujos que realicé, valorizar los elementos positivos en ellos y eliminar los negativos. Después, me dedicaré a la fase final de mi proyecto, que consiste en la creación de cuadros que sean reflejo de mi propia sensibilidad y criterio y que, al mismo tiempo, ojalá puedan ser un digno homenaje a la maravillosa obra de los artistas que dejaron una huella imborrable en las tierras de Cataluña hace casi 1.000 años.

¡Esperamos poder ver el resultado de todo este trabajo!

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One comment

  • Muchas gracias por compartir este contenido sobre el románico. Me ha venido genial para un trabajo de clase, excelente artículo

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