Teresa González
Un año y medio después del inicio de la pandemia en marzo de 2020, podemos explicaros qué iniciativas ha desarrollado el museo para las personas más vulnerables y que han vivido con mayores dificultades situaciones de aislamiento y desconexión con el entorno y la vida.
Un proyecto en suspenso por la pandemia
Material creado por la Agencia de Salud Pública de Barcelona para el proyecto Art Gran
En primer lugar debemos mirar atrás y contextualizar todo el trabajo que hemos estado desarrollando durante este tiempo, que no parte de la nada. A finales de 2018, la Agencia de Salud Pública de Barcelona, más concretamente, Rosa Puigpinós desde el Servicio de Evaluación y Métodos de Intervención, contactó con una serie de museos y centros culturales (Museu Picasso, CCCB, CaixaForum, Recinto Modernista Sant Pau y Museu Nacional d’Art de Catalunya) para proponernos formar parte de un grupo de investigación e intervención que evidenciara cómo las artes pueden ser una buena herramienta para el apoderamiento, para trabajar el envejecimiento activo y también para combatir la soledad no deseada en las personas mayores.
Durante todo un año, los miembros participantes en este grupo elaboramos un protocolo de actuación, Art Gran («Arte Mayor»), en el que se recogía una serie de propuestas de intervención que las personas escogidas de tres distritos de Barcelona (Horta-Guinardó, Gràcia y Nou Barris) llevarían a cabo en cada una de las entidades a partir de marzo de 2020, justo cuando se declaró la pandemia. El proyecto quedó en suspenso y recientemente, con la mejora de la situación sanitaria, la Agencia de Salud Pública de Barcelona ha vuelto a contactar con nosotros para reanudar el proyecto, cosa que seguramente haremos en la primavera del 2022.
Una llamada de emergencia
Por otro lado, a finales de julio de 2020, ya en plena pandemia, desde Apropa Cultura contactaron con el Museu Nacional y con el CCCB y nos explicaron que el Instituto Municipal de Servicios Sociales les había emplazado a realizar una actuación de emergencia en las residencias del Ayuntamiento de Barcelona que ayudara, principalmente, a levantar el estado de ánimo de sus residentes, trabajar el aspecto cognitivo y mantener las relaciones interpersonales entre las personas mayores.
Después de la experiencia en línea desarrollada durante agosto de 2020 con la musicoterapeuta Mónica de Castro, con resultados muy positivos, Apropa Cultura nos propuso a las dos instituciones expandir la experiencia a partir de las artes plásticas. Cada una planteó una propuesta de intervención con el objetivo fundamental de paliar, en la medida de lo posible, la situación de desconexión, aislamiento y falta de interacción social que afectaba de forma muy preocupante el estado emocional de las personas mayores.
Dar razones para la esperanza
Conversaciones en línea entre el sector social y el sector cultural
También durante la pandemia el museo participó en Donar raons per a l’esperança («Dar razones para la esperanza»), unas conversaciones con entidades sociales que pretendían tomar el pulso de cómo se estaba viviendo la situación de emergencia sanitaria entre las personas más vulnerables y preguntar cómo los equipamientos culturales podían colaborar para hacer más llevadera la situación. Entre muchos de los temas que se trataron durante los encuentros, y como demanda de algunos representantes de las residencias de personas mayores, se planteó la posibilidad de que las entidades patrimoniales se desplazaran a los centros de mayores para llevar la actividad cultural a las propias residencias. De esta demanda, coincidente con la que en su día hizo el Ayuntamiento de Barcelona, surgió la iniciativa, coordinada desde Apropa Cultura, El museu s’Apropa.
El museo se desplaza a las residencias
Gemma Reguant en la Residència Fort Pienc Mónica Perez (Fragment) en la Residència l’Onada
A partir de esta idea el museo preparó dos actividades que, a mediados de octubre de 2020, se iniciaron de forma presencial en las cuatro residencias de personas mayores del Ayuntamiento de Barcelona (Fort Pienc, Layret, L’Onada y Josep Miracle). Dichas actividades fueron Respirar cuadros y Relatos compartidos.
Respirar cuadros consistió en cuatro sesiones repartidas a lo largo del último trimestre de 2020. Acompañados por Gemma Reguant, experta en voz y respiración, y a partir de una selección de obras del museo, se planteaba desvelar la conciencia plena y la memoria sensorial en las personas participantes con el objetivo fundamental de aportarles beneficios de salud y bienestar. Este programa debía conseguir:
- Elevar el estado de ánimo y el bienestar emocional.
- Desvelar la sensorialidad y disminuir el estrés.
- Potenciar la calma a través de la respiración.
- Desarrollar la curiosidad y la memoria a través de la mirada atenta.
De todas las sesiones se hizo un seguimiento y una evaluación que se puede consultar en el Departamento de Accesibilidad del museo.
Relatos compartidos fue una nueva propuesta que se desarrolló de enero a julio de 2021, también en las residencias, dirigida por dos mediadoras del museo expertas en trabajar con personas mayores. En cada una de las cuatro sesiones por residencia se planteaba un tema de conversación distinto. A partir de una selección de obras del museo, se compartieron relatos entre las personas participantes sobre temas que podían ser de su interés: el museo y el barrio, los oficios y el trabajo, el tiempo de ocio, etc.
En esta propuesta se utilizaron metodologías y estrategias de activación cognitiva y sensorial que pasaban por plantear preguntas creativas que estimularan un diálogo que facilitara el pensamiento positivo. Más allá de trabajar a partir de los recuerdos, esta conversación debía propiciar el desarrollo de la imaginación usando imágenes, objetos, palabras, música y sonidos, gestos y movimiento.
Entramos en las casas y en los Casals de Gent Gran
Sesiones telemáticas de la Fundació Tàpies y del Museu Nacional d’Art de Catalunya a través de la red de Vincles BCN y los Casals de Gent Gran del Ayuntamiento de Barcelona.
Simultáneamente a las actividades en las residencias de personas mayores, la Mesa de trabajo sobre Museos i Accesibilidad, de la que el museo forma parte, también se puso en marcha para ofrecer un programa de actividades para personas mayores a través de la red Vincles BCN y de los Casals de Gent Gran. Esta vez, además del Museu Nacional también participaron el Museu del Ferrocarril de Catalunya, el Palau Güell, el Museu Marítim de Barcelona, el Recinte Modernista Sant Pau, la Fundació Tàpies, la Fundació Miró, la Xarxa de Museus Locals, el Museu Episcopal de Vic, el Museu de Ciències Naturals de Barcelona, los Museus d’Esplugues de Llobregat y el Reial Monestir de Santa Maria de Pedralbes.
Todos ofrecimos actividades muy diversas en las que los usuarios de la red Vincles BCN podían participar desde su casa utilizando una tableta que proporciona el Ayuntamiento de Barcelona. Las sesiones se llevaron a cabo los miércoles de 11 a 12 h desde el 3 de marzo hasta el 9 de junio de 2021.
El programa demostró que el trabajo en red entre las instituciones culturales y la Administración y el uso de las tecnologías facilitan la conexión y la interrelación entre personas, como queda recogido en la valoración que hizo la coordinadora de Vincles: “El ciclo ha despertado interés por la cultura. Muchas de estas personas nunca habían realizado actividades culturales. También han manifestado que están contentos porque la actividad ha servido para pasar un buen rato en estos momentos tan duros de la pandemia y han conocido a gente nueva, con la que ahora hablan y están estableciendo nuevos vínculos”.
La representante de Promoción de las Personas Mayores del Ayuntamiento de Barcelona remarcó: “El Servicio Vincles BCN trabaja la soledad. No sólo el hecho de vivir solo, sino el sentirse solo. Por eso esta actividad ha sido tan positiva, tiene un impacto emocional muy grande, ya que les permite sentirse acompañados, conocer a otras personas y aprender de la cultura”.
Se inscribieron 132 personas en el programa, de las que finalmente participaron 96.
¡Por fin podemos salir!
Visita de la Residencia Josep Miracle en el Día Internacional de los Museos
Con todo ello, la situación sanitaria fue mejorando y las medidas restrictivas se fueron aligerando en las residencias, lo que facilitó la salida de las personas mayores para disfrutar de un día especial participando en las actividades de los museos y centros culturales.
Aprovechando la ocasión, el Servicio de Museos de la Generalitat de Catalunya para el Día Internacional de los Museos (18 de mayo) planteó la iniciativa Demos la bienvenida a las personas mayores, que incentivaba que los museos invitasen a algún centro de día y/o residencia de personas mayores para participar de forma presencial de alguna actividad museística. En nuestro caso invitamos a las cuatro residencias municipales de Barcelona y fue la Residencia Josep Miracle la que se atrevió a hacernos una visita. La cara de asombro ante la obra de uno de los usuarios creo que lo dice todo, fue un día de celebración de la vida.
¿Cuál es el futuro?
Este tiempo de pandemia nos ha puesto frente a uno de los colectivos de personas más vulnerables y nos ha reafirmado lo que muchos de nosotros intuíamos o sabíamos, que el arte y la cultura pueden llegar a ser un activo de salud de primer orden.
Como ya se está desarrollando en muchos países, están cada vez más presentes, también en Cataluña, los programas dedicados a la salud y el bienestar de las personas. Un ejemplo paradigmático de ello es el trabajo que está llevando a cabo la Comisión de Museos y Salud, que lidera el Servicio de Museos y Protección de Bienes Muebles del Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya, de la que forman parte algunos museos de la Xarxa de Museus d’Art, el Museu de la Immigració, la Oficina de Patrimonio Cultural de la Diputación de Barcelona, la Agencia de Salud Pública de Cataluña, la Agencia de Salud Pública de Barcelona, Apropa Cultura y Arts in Health International Foundation.
Y como lo demuestra esta comisión, o la Mesa de Museo y Accesibilidad, o la red constituída por entidades culturales y entidades sociales Apropa Cultura, el futuro pasa sobre todo por trabajar en red, lo que permite poner en común las experiencias y los aprendizajes desde todos los ámbitos: cultural, sanitario y social. El futuro pasa también por involucrar a las universidades y a la administración pública (sea cual sea), con el apoyo de la iniciativa privada y para que las instituciones culturales incorporen los programas de salud y bienestar en sus planes estratégicos, para, en definitiva, dejar los personalismos y trabajar todos juntos para la salud y el bien común.
Departament d’Accessibilitat i Inclusió