Montse Frisach
Sin vitrinas, sin cristales protectores, sin mapa ni guía, sin ninguna barrera entre lo que se ve y el espectador. Así se vende el Mori Building Digital Museum de Tokio, inaugurado en junio de 2018, una iniciativa del equipo interdisciplinar teamLab Borderless, formado por artistas, programadores, arquitectos, ingenieros y matemáticos, que hace años trabajan en bellas instalaciones inmersivas con el uso de las nuevas tecnologías. El arte digital inmersivo es ya un género propio.
Arte y tecnología digital
El nuevo Museo Mori es uno de los ejemplos más extremos de las posibilidades que ofrecen las tecnologías digitales en el ámbito artístico y expositivo. En este caso, la obra ya está concebida de entrada para ser una experiencia inmersiva para el espectador con técnicas muy próximas a las artes del espectáculo.
En otros casos se utilizan técnicas inmersivas para proyectar obras de arte en exposiciones virtuales de artistas famosos, en un tipo de espectáculo visual que se aleja de la experiencia de ver una obra original colgada en la pared de un museo. Ya existen espacios específicos para este tipo de exposiciones-proyección como el Atelier des Lumières de París, que programa regularmente muestras sobre Van Gogh, Klimt y el arte japonés. En Barcelona, por otro lado, está previsto que se abra en otoño el Ideal, Centro de Artes Digitales, que se inaugurará con una exposición sobre Claude Monet. Incluso la National Gallery de Londres prepara una «experiencia inmersiva» sobre La Virgen de las Rocas, de Leonardo, que se presentará en noviembre.
Tecnología que comporta cambios en los museos
La tecnología permite, pues, que ya existan museos que solo expongan “luz” proyectada, donde el objeto físico ya no está. Pero, ¿de qué manera lo digital está cambiando la investigación, la exhibición, difusión y funcionamiento interno de los museos con colecciones con objetos físicos y con un gran valor patrimonial, como es el caso del Museu Nacional d’Art de Catalunya? Algunos ejemplos de esta revolución digital en los museos y monumentos catalanes en el ámbito de la difusión se expusieron en la jornada Patrimoni & Digital. Tecnologia i storytelling al servei de la comunicació cultural, que tuvo lugar en el Museu Episcopal de Vic, organizada por la Agència Catalana del Patrimoni Cultural.
Albert Sierra, responsable de nuevas tecnologías de la Agència Catalana del Patrimoni Cultural, aseguraba aquel día que cada vez más el público está más ávido de tener “experiencias” en lugar de solo “mirar”, en un mundo saturado con multiplicidad de pantallas. De aquí proviene el éxito de las experiencias inmersivas e interactivas, que también tienen la ventaja de añadir información que antes era más difícil de introducir.
Visitas inmersivas y videomappings
Las visitas inmersivas son cada vez más frequentes en monumentos. Un ejemplo es el que ahora ofrece el Reial Monestir de Vallbona de les Monges, que se centra en la historia de su comunidad religiosa femenina; o también la sala que recrea en 3D cómo era la ciudad ibérica de Ullastret o el foro de la ciudad romana de Ampurias en realidad virtual.
Los videomappings, por otro lado, permiten reconstruir literalmente patrimonio artístico y monumental. Uno de los más espectaculares en Cataluña es el que se puede ver en la iglesia de Sant Climent de Taüll, que proyecta las pinturas murales originales que están en el Museu Nacional d’Art de Catalunya, pero que también recrea el aspecto que tendría la obra completa, con los fragmentos de pintura que están perdidos.
Otro ejemplo de este tipo de reconstrucciones es la recreación virtual de la catedral románica de Vic, que se presentó en el marco de la exposición Oliba episcopus en el Museu Episcopal de esta ciudad.
Una experiencia de usuario cambiante
La experiencia de la visita a los museos también está cambiando a pasos gigantescos. La realidad aumentada, por ejemplo, sirve para dar más información al espectador pero también para gamificar la visita.
El Museu d’Art de Girona ha puesto en marcha la actividad Juguem a fet i amagar, dirigida a niños de entre 8 y 12 años, en la cual los niños pueden realizar la visita al museo con una tableta con una aplicación de realidad aumentada. Uno de los símbolos de la ciudad, un dibujo pequeño de la leona de Girona, invita a descubrir los animales que se esconden en las obras del museo y aprender sobre ellas.
Nuevas audioguías
La tecnología digital también está transformando una herramienta tan utilizada por los museos como las audioguías.
En la jornada de Vic, se presentó el sistema de audioguía que usa el Mas Miró de Montroig del Camp, una infraestructura recientemente inaugurada que tiene la característica de no tener una colección de obras de arte. Es el edificio y el paisaje el que nos proporciona la información sobre el origen de la obra del artista y ésta se ofrece en el relato de una audioguia interactiva. Con la entrada al Mas, el visitante recibe una tarjeta vinculada al móvil o a cualquier otro dispositivo que permite que él mismo se pueda configurar su recorrido libre. Después el visitante se lleva la tarjeta a casa y puede volver a revisar o ampliar la información. Esta herramienta también aporta datos sobre el usuario.
La plataforma Second Canvas
Por otro lado, aplicaciones como Second Canvas, por ejemplo, permiten realizar recorridos virtuales por las colecciones de los museos con una resolución tan alta que es posible ver detalles de las piezas que casi no se pueden captar a simple vista. El Museu Nacional tiene disponible esta aplicación desde finales del 2018 -gratuita y válida para móviles y tabletas- con un recorrido alrededor del género del retrato en la colección permanente. Otros museos catalanes como el Museu Episcopal de Vic, el Museu de l’Empordà de Figueres o el Museu d’Art de Girona también utilizan esta plataforma digital de otras maneras.
Digitalización de obras del Museu Nacional para el proyecto Second Canvas
Una plataforma como Second Canvas tiene múltiples usos. Por una parte, ofrece exposiciones virtuales alternativas al recorrido físico del museo, pero a la vez también actúa como guía y como reclamo previo a la visita y como recordatorio posterior de ella para quien ya ha ido. Second Canvas también se puede incluir en las salas del museo, como recurso interactivo para complementar la información sobre las obras o simplemente para mostrar obras que no están presentes o que por problemas de conservación no se pueden exhibir siempre. Y sobre todo, no perdamos de vista que una herramienta así es un arma pedagógica de primer nivel y aporta conocimiento añadido sobre las colecciones y las exposiciones del museo.
Transformació digital en los museos
El funcionamiento interno de los museos también se está transformando velozmente gracias a las herramientas digitales, no solo en cuanto a la investigación y conservación de las obras, sino también en la relación entre el museo y sus públicos, y sus relatos. Más interactividad, más flexibilidad y conocimiento más profundo del perfil del visitante, de sus gustos, demandas y necesidades. Todo esto, sin perder de vista nunca ni la excelencia ni el rigor en la difusión del patrimonio y del conocimiento. La tecnología digital es muy útil, pues, para encontrar el anhelado equilibrio entre divulgación y alta calidad.