Con este post continuamos con la serie Curiosidades de la colección. El primer artículo lo dedicamos al Arte Moderno, el segundo a Renacimiento y barroco.
Mensajes ocultos
He ahí la Resurrección de Cristo del retablo mayor gótico del monasterio de Santes Creus. A primera vista es una imagen de lo más común: Cristo surge victorioso del sepulcro, a la vez que los miembros de la guardia romana yacen adormilados. Sin embargo, un pequeñísimo detalle añade nuevos contenidos a la escena. Si os fijáis bien, sobre el hacha de uno de los soltados veréis que aparece la figura de un pequeño escorpión. Eso no es banal: en la época, el escorpión era un símbolo asociado a los judíos y al judaísmo, de modo que su inclusión en esta pintura pone de relieve, de forma capciosa, la implicación del pueblo judío en la muerte de Cristo.
Doncellas y guerreros
La leyenda de Galceran de Pinós y el rescate de las cien doncellas es una de las muchas historias apasionantes que cuentan las obras de la colección de arte gótico.
Galceran de Pinós, el almirante de la escuadra del conde de Barcelona, fue encarcelado durante el sitio a la ciudad de Almería (1147) y, por su rescate, el rey moro exigía que le fuesen entregados animales, dinero y cien jóvenes vírgenes. El intercambio, sin embargo, no se llegó a producir porque san Esteban liberó a Galceran de la cárcel.
No os perdáis cómo Jaume Serra, de forma muy sintética, representó la historia en uno de los compartimientos del Retablo de san Esteban de Gualter.
Ataques por piedad
Si dais un paseo por las salas de arte gótico os percataréis de un hecho sorprendente. En un gran número de pinturas, los personajes malvados han sufrido agresiones en sus rostros, sobre todo ralladuras o surcos realizados con un objeto puntiagudo. Son antiguos ataques o actos vandálicos perpetrados por fieles movidos por la devoción, testimonios de la “interacción” directa del público ante las imágenes.
En el Martirio de san Juan Evangelista en la caldera de aceite hirviendo, de Bernat Martorell, todos los responsables del tormento, el emperador Domiciano y sus cinco secuaces, han pasado de verdugos a víctimas del furor piadoso.
Imágenes empalidecidas
Gran parte de las esculturas góticas del museo lucen la piedra vista, monocromas y desnudas de toda decoración. Pero en origen la mayoría había sido pintada y dorada, totalmente o en parte, y ha sido la acción del tiempo o del hombre lo que las ha hecho empalidecer.
Esta magnífica talla de Bartomeu de Rubió es uno de los casos paradigmáticos. Aunque a primera vista parece una imagen de alabastro sin policromar, ha conservado restos que nos permiten saber que había sido generosamente pintada y dorada.
¿Sabíais que las palabras “EGO SUM LUX MUNDI [Yo soy la luz del mundo]” que nos anuncia el Cristo en Majestad provienen del evangelio de san Juan?
La luz se interpreta como el Verbo, la Palabra que da la vida y es el principio de todo. También es la palabra de los profetas que ha iluminado a los apóstoles, la verdad que nos revela el conocimiento de Dios.
Todo eso y más aprendió una niña de 6 años cuando a la pregunta de su profesora “¿qué significa el gesto que Cristo hace con la mano derecha”, muy decidida, contestó: “este señor nos dice que tiene tres libros”.
¿Conocéis otras curiosidades similares sobre nuestra colección?
Enlaces relacionados
Curiosidades de la colección de Arte Moderno, Museu Nacional d’Art de Catalunya
Colección Medieval Gótico, Museu Nacional d’Art de Catalunya
Historia de la colección, Museu Nacional d’Art de Catalunya
One comment
Me ha gustado mucho este contenido. Me encanta el arte y aprender cosas nuevas sobre el. Excelente artículo y sin duda ahora sé un poco más sobre el arte medieval.