La iglesia de Sant Climent de Taüll, situada en el valle de Boí (Alta Ribagorza) y declarada patrimonio mundial de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000, ofrece desde noviembre de 2013 una innovadora presentación de sus pinturas románicas, a través de un vídeo mapping virtual que recrea, en el ábside mayor y el presbiterio de la nave central, los frescos originales, que actualmente se encuentran en el Museu Nacional.
El mapping de Taüll proyecta no solo los frescos del museo tal y como se verían en su emplazamiento original, sino que además permite ver cómo eran las pinturas murales en su totalidad en 1123, y también los restos de la pintura original que se han conservado en la pared del ábside, anteriormente ocultas bajo la antigua copia pintada sobre el yeso que ahora ha sido sustituida por la proyección digital.
Recuperación de los vestigios de la pintura original en la iglesia de Sant Climent. Fotografía de Mercè Marquès.
La nueva museización de la iglesia de Sant Climent forma parte del programa de restauración y mejora Romànic Obert, en el que el museo ha colaborado, ya que es el conservador de las pinturas originales que se exponen permanentemente en las salas. El emplazamiento actual de los frescos se originó porque, a principios del siglo XX, el arte románico estaba en el punto de mira de compradores, coleccionistas y marchantes de arte, así que las pinturas se arrancaron y se llevaron a Barcelona entre 1919 y 1923 para evitar su expolio.
Sant Climent de Taüll, 1904. Fotografía de Lluís Domènec i Montaner, Arxiu del Col·legi Oficial d’Arquitectes de Catalunya.
En la ejecución del proyecto del ábside virtual, mientras que en Taüll el equipo dirigido por el Centre de Restauració de Béns Mobles de la Generalitat de Catalunya intervenía en los vestigios pictóricos románicos localizados in situ, el Área de Restauración y Conservación Preventiva del museo trabajó paralelamente sobre el conjunto de pinturas originales que conserva.
En el museo, se llevaron a cabo dos acciones: la extracción de muestras de la policromía para completar los análisis existentes y la elaboración de unos calcos de todas las pinturas del ábside que se conserva en el museo para poder compararlos con los restos que se encontraron en la iglesia de Sant Climent en las capas profundas de la pared, bajo una pintura azulada que lo cubría todo. Los calcos realizados en el museo ayudaron a certificar los vestigios encontrados, ya que coinciden exactamente con la policromía del original.
Las pinturas de Sant Climent de Taüll no han sido restauradas en el museo de forma integral, así que tanto para realizar los calcos como para saber el estado de conservación actual del fresco se instaló un andamio en el interior de la recreación arquitectónica del ábside en el museo para poder acceder de cerca a las pinturas originales. Entonces, se observaron diversos aspectos como por ejemplo las telas de traspaso con la policromía, las líneas de corte de estas telas, los clavos que las sujetan a la cuadrícula de madera, las reintegraciones cromáticas realizadas en el momento del montaje o los indicios del dibujo preliminar.
Núria Prat y Paz Marquès, restauradoras del museo, calcando en el piso inferior.
La toma de muestras
La toma de muestras, realizada por la química del museo, Núria Oriols, tanto en el museo como en Taüll, ha completado una extracción anterior y ayuda a conocer mejor la técnica de ejecución: pinceladas, aplicación de los colores, superposiciones, grosor de los estratos, alteraciones químicas de los colores, posibles aplicaciones metálicas…
Núria Oriols: muestra del piso inferior de las pinturas del museo. Fotografía de Paz Marquès.
Los recursos para calcar: un calco sostenido por imanes
Hacer calcos de pinturas murales es una práctica habitual para obtener información. Todas las tareas previas se habían planificado: la leyenda de los colores elegidos de manera convencional, un sistema de cuadratura, las hojas de papel transparente…
¿Sin embargo, cómo fijaríamos el papel de poliéster a la policromía? Una cinta especial podría ayudar, pero no era suficiente cuando la zona superior de la semicúpula era curva en sentido horizontal y vertical. Unos imanes fueron nuestra solución y los pusimos sobre los clavos de hierro que se habían utilizado para montar las pinturas sobre el soporte.
Anna Carreras, restauradora del museo, calcando el rostro del Cristo. Fotografía de Paz Marquès.
La conservación y la proyección
El estado de conservación del ábside con las pinturas originales es, en general, correcto. En la actualidad continuamos analizando y trabajando con todos los datos extraídos de la tarea realizada ya hace 10 meses y esperamos obtener resultados interesantes.
El ábside virtual de Sant Climent de Taüll ha ganado diversos premios por su aportación decisiva a la difusión del patrimonio. ¡También sentimos un poco como propio dicho reconocimiento!
Restauradoras montando en el suelo todos los fragmentos. Fotografía de Paz Marquès.
Enlaces relacionados
Mapping de Sant Climent de Taüll (audiovisual de 9’27 min.)
Making of del mapping (audiovisual de 4 min.)
El ábside virtual de Sant Climent de Taüll recibe un premio internacional
Mirar de cerca el Cristo de Sant Climent de Taüll
Restauració pintura mural
One comment
El proyecto es genial y muy ambicioso, viendo las primeras imágenes me alegro de que se tomara una decisión así para rejuvenecer el sitio y así motivar a las personas a que quieran visitarlo, muy chulo!!