Hacia un nuevo modelo de biblioteca de museo

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Jana Soto
Biblioteca del Museu Nacional d’Art de Catalunya. Foto: Marta Mérida

Biblioteca del Museu Nacional d’Art de Catalunya. Foto: Marta Mérida

Tal y como explicamos en el artículo Las bibliotecas de museos: las grandes desconocidas, esta tipología de biblioteca, históricamente, no ha tenido una gran visibilidad fuera de las fronteras de los museos donde se inscriben. Es una tarea de cada biblioteca y de su personal llevar a cabo las acciones necesarias para poner en valor el centro, así como dar a conocer sus recursos y servicios al público.

Los nuevos tiempos implican nuevas acciones y la adaptación continua a un entorno en constante cambio si no queremos convertirnos en una biblioteca invisible a la sociedad. A veces, los cambios son más lentos de lo que sería deseable y también pueden ser más o menos acertados. Lo que es seguro es que no hemos conseguido avanzar como sociedad haciendo lo que se ha hecho siempre, sino innovando y arriesgándonos. Hay que poner al servicio de los usuarios nuestros espacios, la experiencia y las habilidades como bibliotecarios y, por eso, tenemos que utilizar tanto los espacios físicos como los digitales con tal de construir la biblioteca que necesitamos.

Se presentan aquí algunas ideas que pueden ser innovadoras en el terreno de las bibliotecas de museos y que se pueden llevar a cabo desde cada centro con un coste relativamente bajo. Por descontado que cuántos más recursos económicos y humanos se destinen a ello, mejores resultados se obtendrán. No olvidemos tampoco que con la colaboración interbibliotecaria y la unión de esfuerzos se pueden obtener excelentes resultados.

Algunas de estas acciones ya se están realizando en otros ámbitos bibliotecarios y/o países, pero quizás no están muy extendidas en bibliotecas de museos. Si queremos marcar la diferencia, quizás estaría bien plantearnos alguna acción de este tipo o similar, siempre teniendo en cuenta las características y los recursos de cada centro.

Tecnología digital

Hoy en día el uso de la tecnología es vital para llegar a una gran cantidad de público. Se ha convertido en parte de nuestra vida y no concebimos un mundo sin ella. En las bibliotecas somos conscientes de ello y ya hace mucho tiempo que forman parte de nuestro día a día (catálogo online, redes sociales, digitalización de documentos, uso del RSS, etc.) Las bibliotecas de museos se convirtieron en uno de los primeros servicios de los museos en informatizarse, haciendo accesible así su catálogo bibliográfico a través de Internet.

Algunas de las formas de utilizar la tecnología que se proponen en este post y que pueden facilitar en gran medida la vida tanto de los usuarios como de los bibliotecarios son:

WhatsApp para responder consultas de los usuarios y también como lista de difusión. En el Estado español se está empezando a extender el WhatsApp sobre todo en el entorno de las bibliotecas universitarias. Su uso en cualquier biblioteca implica un coste muy bajo y, por lo tanto, se puede aplicar fácilmente al entorno de las bibliotecas de museos. Además, las consultas ahora ya se pueden atender desde el ordenador como si fuese un chat online sin tener que utilizar un dispositivo móvil.
Algunos ejemplos los encontramos en las bibliotecas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, a la Universidad de Cádiz, a la Universitat de Girona y la Biblioteca Comarcal Jaume Vila de Mollerussa.

Chat online: al igual que el uso del WhatsApp, el chat online nos permite responder consultas de los usuarios desde el ordenador. Podemos encontrar algunos software gratuitos que funcionan con los CMS (Content Management System) más populares, como por ejemplo los módulos de Drupal: Drupalchat o My Live Chat, o también se puede abrir un canal de comunicación con la herramienta Hangouts de Google. En lo referente a las opciones de pago, existen algunas muy buenas a un precio asequible, como Zopim, Luckyorange o Live!Zilla que funcionan con cualquier CMS.

Elaboración y difusión de un Newsletter vía mailing con información de interés sobre la biblioteca: actividades, recursos, horarios, noticias, etc. En el mundo empresarial y en muchas tipologías bibliotecarias eso no sería ninguna acción innovadora, pero en las bibliotecas de museos no parece que se haga un uso muy intensivo del mailing, sobre todo en lo referente a usuario externo.

Realidad aumentada: esta tecnología consiste en añadir información virtual en espacios físicos y depende de una conexión a Internet para funcionar. Algunos usos que pueden ser útiles en bibliotecas son:

  • mapas de situación: apuntando con el dispositivo móvil sobre un área de la sala de consulta se pueden visualizar indicaciones sobre las temáticas de los documentos en las estanterías
  • enriquecer el catálogo de una exposición del museo o el folleto en papel de la biblioteca, como podemos ver en el siguiente vídeo de la Biblioteca Pública de Muskiz

https://www.youtube.com/watch?v=g6bsFgFiGj8

Uno de los recursos más extendidos para implementar esta tecnología es Layar, que se puede utilizar de forma gratuita, aunque podemos acceder a mejores prestaciones con las opciones de pago.

Aplicaciones móviles: muchas bibliotecas disponen ya de aplicaciones móviles para facilitar a los usuarios el acceso a la información: actividades, noticias, recursos, horarios, acceso al catálogo. Las aplicaciones móviles para bibliotecas han proliferado sobre todo en entornos universitarios donde han podido contar con el apoyo de estudiantes de informática para su desarrollo. Su aplicación en el caso de las bibliotecas de museos no resulta fácil, no obstante, en los últimos años cada vez es más accesible la formación de bibliotecarios en el uso de herramientas como App Inventor.

Beacons: los beacons son unos sensores que emiten señales de corto alcance (50 metros aproximadamente) con tecnología bluetooth. Los contenidos se distribuyen a los usuarios a través de una aplicación instalada en sus dispositivos móviles. Ejemplos de posibles usos en bibliotecas serían:

  • transmisión de contenido sobre cómo usar la biblioteca, actividades, cambios de horario…
  • ayuda en la localización de un libro en la sala de consulta o envío de información sobre las exposiciones del museo en el caso de que la persona estuviera en la sección de catálogos de exposiciones
  • creación de comunidades de usuarios de la biblioteca, de esta manera la biblioteca puede interactuar con ellos más fácilmente, a la vez que se crea una conversación entre los usuarios acerca de la institución

En 2014, la Fayetteville Free Library de Nueva York fue una de las pioneras en utilizar esta tecnología, que aún no ha llegado por completo a las bibliotecas de la misma forma que sí lo ha hecho en otros ámbitos, como por ejemplo los museos. Los contenidos pueden ser texto escrito, imágenes que se arrastran o vídeos. Según su experiencia, este tipo de promoción de la biblioteca es muy útil porque los usuarios pueden adaptar el contenido a sus intereses y necesidades específicos. En este caso trabajan con la empresa Bluubeam, que dispone de un portal para la gestión de los contenidos con una interfaz muy amigable.

Algunas ventajas de los beacons son: bajo coste, tecnología poco invasiva, diseño reducido de fácil instalación en cualquier sitio de la biblioteca, no es necesario conexión a Internet ya que funciona vía bluetooth y bajo consumo de batería de los dispositivos móviles.

Códigos QR: esta tecnología ya hace tiempo que convive en el ámbito de los usuarios de móviles. La podemos ver en los centros comerciales, envases de productos del supermercado, carteles de cine o de teatro. Muchas bibliotecas han utilizado estos códigos como método de transmisión de información y/o de acceso a contenidos. Su uso es muy fácil y económico.

Una iniciativa interesante fue llevada a cabo por la Biblioteca del Musac que propuso para la jornada de bookcrossing en motivo del Día Internacional del Libro, colocar códigos QR impresos en diferentes espacios de la ciudad de León. Estos códigos QR dirigían al enlace de un libro sobre arte, cultura, museos, etc., con la opción de lectura y descarga legar, libre y gratuita.

En la Biblioteca Joaquim Folch i Torres utilizamos estos códigos en el material de difusión que elaboramos con diversos motivos, como en el caso de los folletos: El romànic al Museu Nacional d’Art de Catalunya: orígens, museografia, estudi i divulgació (pdf) o l’Homenatge a Joaquim Folch i Torres en el cinquantenari de la seva mort (pdf).

Algunos ejemplos sobre cómo utilizar los códigos QR en bibliotecas los encontraréis en Qué son los códios QR y cómo se pueden utilizar en bibliotecas.

Exposiciones virtuales: a través de las exposiciones virtuales damos a conocer el fondo, aportando un nuevo valor a los documentos a través de un discurso expositivo. Con plataformas como Omeka, desde la biblioteca se puede implementar un gestor para realizar exposiciones virtuales de forma relativamente fácil y económica. También, usando un CMS como Drupal o Joomla es posible crear un espacio para exposiciones virtuales. Este último es el caso de la Biblioteca Joaquim Folch i Torres que, a través de la web en Drupal y con una plantilla creada con ese objetivo, publica periódicamente exposiciones como estas:

Biblioteca del Museu Nacional: el fons en imatges

Cobertes modernistes

Proyectos colaborativos: el crowdsourcing consiste en pedir la ayuda de la comunidad para el desarrollo de proyectos. En este caso se valora la colaboración de personas con conocimientos en la especialidad del proyecto concreto, aunque se invita a todo el mundo a colaborar.

Un buen ejemplo en el ámbito de las bibliotecas lo encontramos en el proyecto Transcriu-me!! impulsado por la Biblioteca de Catalunya que, a grandes rasgos, consiste en hacer transcripciones de documentos patrimoniales digitalizados que no se pueden transcribir mediante procesos automáticos.

Consursos: organización de concursos como por ejemplo de fotografía en Instagram, donde los participantes pueden publicar fotos de ellos mismos en los espacios de la biblioteca o del museo leyendo un libro. En ese caso, son muchas las bibliotecas que realizan este tipo de actividades, no solo en Instagram, sino también en Twitter o Facebook.

Algunos ejemplos de concursos son el Concurs fotogràfic #espaislecturaBCN a Instagram (vídeo) organizado por las Bibliotecas de Barcelona o el Concurs d’Instagram impulsado por la Biblioteca Pública Tirant lo Blanc de Montgat.

Vídeos originales para explicar diferentes aspectos del funcionamiento de la biblioteca de una manera amena y entretenida. Como por ejemplo, la Biblioteca de la Universidad de Copenhagen explica a los estudiantes su funcionamiento a través de los personajes de Lego:

Actividades in situ

Se presentan aquí algunas ideas que requieren la presencia del personal o que hay que realizarlas en horario de apertura de la biblioteca. En algunas se utiliza la tecnología y, por lo tanto, se podrían inscribir también en el apartado anterior:

Flashmob: se trata de una expresión artística que consiste en una acción por sorpresa organizada en un espacio público inusual para ese tipo de acción. Son numerosas las bibliotecas de todo el mundo que se han sumado en algún momento a la moda del flashmob. ¿Por qué no realizarlo en las bibliotecas de museos algún día señalado? Con eso conseguiremos darnos a conocer, dar una imagen de biblioteca diferente, valorar a nuestros usuarios obsequiándolos con una experiencia única y romper con el día a día de las silenciosas y tranquilas salas de consulta de una forma original. Estos son algunos ejemplos:

Flashmob en la Biblioteca Pública de Valladolid. Junio 2012 (vídeo)

Harry Potter Flashmob at University of San Diego (vídeo)

Roving librarian (bibliotecario itinerante): con un portátil en la mano, una tablet o sin nada, simplemente acercándonos donde estén los usuarios y preguntándoles: “¿te puedo ayudar?”. Se puede plantear tanto en el terreno interno de la institución o salir fuera a las universidades o a las bibliotecas de barrio. Otra variante sería montar un “puesto” con un bibliotecario en el vestíbulo del museo para atender al público. Se puede plantear poner en unas horas determinadas o días señalados a un bibliotecario en el vestíbulo del museo, con una selección de documentos para dar a conocer la biblioteca y su fondo.

Biblioteca del Museu Nacional d’Art de Catalunya. Foto: Marta Mérida

Biblioteca del Museu Nacional d’Art de Catalunya. Foto: Marta Mérida

Elaboración de talleres y/o videotutoriales sobre herramientas digitales dirigidos a usuarios internos y externos, como por ejemplo: cómo hacer un blog, como funciona Twitter, Wikipedia, Evernote, gestores de referencias bibliográficas como Zotero o RefWorks.

Integración del bibliotecario de museo a las escuelas para la formación tanto de docentes como de estudiantes.

Introducción de la figura del content curator: aportar a los usuarios de bibliotecas de museos un valor añadido mediante la figura del content curator como intermediario del conocimiento. Es decir, un profesional que seleccione contenidos de calidad para los usuarios, que les escoja los considerados como relevantes y pertinentes para sus tareas y descarte los que no lo sean. El profesional encargado de este trabajo tiene que ser un especialista en el tratamiento de contenidos para la especialidad que trabaja, y debe dominar diferentes herramientas tecnológicas para la selección y difusión de la información.

Promociones: regalar algún producto de merchandising de la biblioteca o del museo a los 5 primeros usuarios del Día Internacional del Libro, por ejemplo.

Captación de fondos

Y ya que estamos en tiempos de crisis estaría bien plantearnos algunas opciones para conseguir algunos recursos extra:

Alquiler de espacios para acontecimientos: el Julián Marquina nos hace una propuesta un poco arriesgada en el artículo: ¡Me caso en la biblioteca! que algunas bibliotecas ya han puesto en marcha (la Biblioteca Pública de Nueva York o la Biblioteca Pública de Boston).

Alquiler de espacios en la State Library of Victoria (Australia)

Alquiler de espacios en la State Library of Victoria (Australia)

Organización de campañas de captación de fondos, como por ejemplo la que realizaron para nuestra biblioteca en 2015: ¡ + Amigos + libros! Cómo hemos adquirido nuevos libros para la Biblioteca del museo.

Copia de foto pantalla vestíbul

Presentaciones de libros de interés a cambio del donativo del documento que se presenta.

Diseño y venta de merchandising de la Biblioteca en la tienda del museo.

Desde la Biblioteca Joaquim Foch i Torres podemos aplicar algunas de estas acciones innovadoras con tal de ir hacia un nuevo modelo de biblioteca de museo. Para eso, en primer lugar, necesitamos elaborar un plan estratégico propio en el que se defina hacia dónde va la biblioteca, así como una estrategia de marketing y difusión que nos marque unas líneas a seguir y dé continuidad a las acciones que se llevan a cabo.

Seguro que existen muchas más acciones innovadoras que se podrían hacer en bibliotecas de museos o de cualquier otro tipo, ¿sabéis alguna más?

Enlaces recomendados

Transformación digital en la biblioteca universitaria, webcast de Javier Leiva

Biblioteca del Museu Marítim de Barcelona, blog

Cómo usar las encuestas de Twitter si eres una biblioteca, Julián Marquina

Red de Bibliotecas de Museos (BIMUS)

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